Además de controlar su nivel de glucosa antes de salir embarazada, si usted padece de diabetes pregestacional es importante que haga lo siguiente:
✔ Suspenda el uso de medicamentos recetados que puedan dañar al bebé.
✔ Consulte a un médico para que determine el estado de sus ojos y sus riñones, de modo que tenga un punto de referencia para controlar daños en el futuro.
✔ Deje de fumar y de tomar bebidas alcohólicas.
Durante el embarazo es importante que logre un control más estricto del nivel de glucosa en la sangre que cuando no estaba embarazada. El feto absorbe rápidamente la glucosa que usted produce, por lo que el nivel de glucosa de usted es más bajo que de costumbre. Además, su organismo recurre a la grasa como fuente de energía a una velocidad mucho mayor, por lo que usted libera cetonas más rápidamente. El exceso de cetonas también puede dañar al feto. El metabolismo temprano de las grasas se conoce como inanición acelerada.
Control de la glucosa y las cetonas
Para mantener su glucosa en el nivel adecuado, es preciso que se haga las pruebas de glucosa más frecuentemente. Debe medirse el nivel de glucosa en la sangre antes de las comidas, antes de acostarse y, ocasionalmente, una hora después de comer. El objetivo es lograr niveles de glucosa como los que se muestran en la Tabla 6-2.
Tabla 6-2 | Niveles Óptimos de Glucosa en la Sangre | |
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Ayunas y antes de las Comidas | 1 Hora después de Comer | 2 Horas después de Comer |
Inferior a 95 mg/dl (5,3 mmol/l) | Inferior a 140 mg/dl (7,8 mmol/l) | Inferior a 120 mg/dl (6,7 mmol/l) |
Estudios recientes han demostrado que la mujer embarazada debe prestarle particular atención a controlar el nivel de glucosa una hora antes de las comidas. Aunque la insulina se puede administrar en otras formas, además de la jeringuilla y la aguja (vea el Capítulo 10), varios estudios indican que el método de la jeringuilla y la aguja es tan efectivo para la mujer embarazada con diabetes como cualquier otro.
Usted también debe monitorear la presencia de cetonas en la orina, antes del desayuno y de la cena. Esto se hace colocando una tira de prueba debajo del chorro de orina. La tira indica la presencia de cetonas. Si el resultado da positivo, significa que usted no está ingiriendo suficientes carbohidratos y su cuerpo está entrando en un estado de inanición acelerada. La persistencia de esta condición no es buena para el feto.
Comer bien
La cantidad de libras que puede aumentar durante el embarazo depende del peso que usted tenía cuando quedó embarazada. Su IMC determina cuántas libras puede aumentar. Usted debe calcular su IMC (vea el Capítulo 3 si no recuerda bien cómo se hace). Si su IMC es normal, puede aumentar entre 25 y 35 libras. Sin embargo, si está pasada de peso, debe aumentar menos. Y si usted es obesa, no debe aumentar más de 17 o 18 libras.
En el Capítulo 8 se explica todo lo que necesita saber sobre la dieta y la diabetes, pero como mujer embarazada con diabetes, usted tiene necesidades especiales:
✔ Consumir diariamente entre 35 y 38 kilocalorías por kilogramo de peso ideal. (En este libro empleo el término kilocalorías, en lugar de calorías, que es un término incorrecto). Usted puede utilizar su estatura para calcular su peso corporal ideal (PCI). Como mujer, debe pesar 100 libras si mide 5 pies de estatura, más 5 libras por cada pulgada después de los 5 pies. Por ejemplo, el peso ideal para una mujer de 5 pies 4 pulgadas es 120 libras (esta es una cifra aproximada, puesto que estamos hablando de un rango y no de un peso específico). Para convertir esa cifra a kilogramos, divida el total de libras entre 2,2. Luego multiplique el resultado por 35 para obtener la cantidad mínima de calorías que debe ingerir diariamente, y por 38 para calcular la cantidad máxima. Por lo tanto, si usted pesa 120 libras, esto equivale a 54,6 kilogramos. Y su consumo diario de alimentos debe estar entre 1900 y 2100 kilocalorías.
✔ Consumir diariamente entre 1,5 y 2 gramos de proteínas por kilogramo de PCI. Una mujer con un PCI de 54,6 kilogramos debe ingerir diariamente unos 110 gramos de proteínas. Como cada gramo de proteínas aporta 4 kilocalorías, 440 de las 2100 kilocalorías diarias deben consumirse en forma de proteínas.
✔ Entre el 50 y el 55 por ciento del total de kilocalorías diarias debe consumirse en forma de carbohidratos. Si usted necesita aproximadamente 2000 kilocalorías diarias, 1000 de esas kilocalorías deben provenir de carbohidratos. Teniendo en cuenta que cada gramo de carbohidrato aporta 4 kilocalorías, al igual que en el caso de las proteínas, estamos hablando entonces de 250 gramos de carbohidratos al día.
✔ El consumo de grasas debe ser inferior al 30 por ciento del total de kilocalorías diarias. Basándonos en un consumo de 2000 kilocalorías, 630 kilocalorías deben provenir de grasas. Si se tiene en cuenta que cada gramo de grasa aporta 9 kilocalorías, el consumo de grasas debe ser de 70 gramos diarios.
Para convertir los gramos de alimentos en cantidades de alimentos específicos, se necesitaría otro libro. Y como ya existe un libro excelente sobre el tema, le sugiero que lea Nutrition For Dummies, 4th edition, por Carol Ann Rinzler (Wiley), donde encontrará esa información.
✔ Hacer tres comidas diarias, además de una merienda antes de dormir. Esto es importante para evitar la inanición acelerada que ocurre cuando pasa demasiado tiempo entre la cena y el desayuno.
✔ Mantener sus niveles de glucosa en ayunas y antes de las comidas por debajo de 95 mg/dl. Una hora después de las comidas, su glucosa debe estar en menos de 140 mg/dl.
Además, usted debe tomar un buen compuesto de vitaminas y minerales. Una cantidad moderada de ejercicios también puede ser muy útil para controlar la glucosa en la sangre y para que se mantenga en excelente forma física durante el embarazo.
Exámenes para detectar defectos en el feto
Durante la semana 15 del embarazo se puede practicar un examen de sangre conocido como análisis de alfafetoproteína en suero. Esta prueba permite detectar defectos en el tubo neural del feto. En la semana 18, un ultrasonido puede mostrar cualquier malformación fetal. Al enviar una señal sonora al feto y captar la señal que regresa al equipo, el ultrasonido crea una imagen del bebé que muestra si hay alguna anomalía. Este examen es inocuo y ni la madre ni el feto sienten dolor.
Otro estudio que resulta muy útil en los casos de embarazos diabéticos, es el monitoreo fetal sin estrés. Un dispositivo que se coloca sobre el abdomen escucha los latidos del corazón del feto. Cuando el feto se mueve, la frecuencia cardiaca normalmente aumenta en unos 15 a 20 latidos por minuto. Esto debe ocurrir al menos tres veces en un período de 20 minutos.
Atender los problemas de la diabetes gestacional
Si su diabetes es gestacional, no tiene que preocuparse por las malformaciones congénitas, pero sí debe evitar la macrosomía. Usted debe seguir el mismo régimen de dieta que una mujer con diabetes pregestacional, y recurrir a la insulina si la dieta estricta no es suficiente para mantener el nivel de glucosa en ayunas en menos de 105, el nivel de glucosa una hora después de comer en menos de 155, o el nivel de glucosa dos horas después de comer en menos de 130. No debe utilizar medicamentos antidiabéticos orales pues estos pueden dañar al feto. Probablemente su régimen de insulina sea más simple que el de una mujer con diabetes pregestacional pues el páncreas de usted puede producir insulina por sí mismo. Si está utilizando insulina, dejará de hacerlo en el momento del parto.
En el caso de las mujeres con diabetes gestacional no es necesario practicar un ultrasonido al inicio del embarazo, a menos que su médico sospeche que usted ya padecía de diabetes. Durante la semana 38, el ultrasonido puede mostrar si existe macrosomía fetal. En ese caso, el médico probablemente opte por la cesárea, es decir, el bebé se extraerá a través de una incisión en la pared abdominal y luego en el útero.
El parto
Para una mujer con diabetes lo ideal es dar a luz a las 39 semanas del embarazo, cuando el bebé ya ha madurado completamente. Si la madre no entra en trabajo de parto de forma espontánea, el médico usualmente lo induce.
Si usted ha utilizado insulina durante el embarazo, después del parto las enfermeras verificarán su nivel de glucosa en la sangre cada cuatro horas.
El nivel de glucosa debe mantenerse entre 70 y 120 mg/dl, utilizando insulina si fuese necesario. En este caso se emplea insulina de corta duración, en la dosis necesaria, en lugar de dosis grandes de insulina de larga duración, que permanece en el torrente sanguíneo aun cuando usted ya no la necesite.