Si usted tiene diabetes y desea salir embarazada, es importante que antes de concebir a su bebé, consulte con un experto en embarazo y diabetes. En las secciones siguientes explico las complicaciones que puede presentar y algunas medidas clave para tener un embarazo tan saludable como sea posible.
Identificar cómo reacciona el organismo al embarazo
Durante un embarazo no diabético, el organismo de la mujer produce suficiente insulina para contrarrestar el efecto de las hormonas del embarazo (que inhiben la acción de la insulina), y su nivel de glucosa en la sangre permanece normal. Pero una mujer con diabetes tipo 1 no puede producir más insulina, por lo que para contrarrestar el efecto de las hormonas del embarazo necesita duplicar o triplicar su dosis normal de insulina. Este aumento de la necesidad de insulina generalmente se estabiliza en las últimas semanas del embarazo, mientras que durante la penúltima y la última semana la futura madre comienza a presentar hipoglucemia. Una vez que el bebé y la placenta abandonan el cuerpo de la madre, la necesidad de insulina de la mujer disminuye inmediatamente.
Puede que la mujer con diabetes tipo 1 tenga algo de retinopatía (vea el Capítulo 5) antes de salir embarazada. Si el trastorno es grave, la condición puede empeorar durante el embarazo. Aunque los científicos aún no saben exactamente por qué ocurre esto, el deterioro de la visión puede tener que ver con la súbita mejoría en el cuidado de la glucosa en una mujer que hasta entonces llevaba un control deficiente de la diabetes. Si el control de la glucosa mejora antes del embarazo, o si la mujer se somete a un procedimiento de fotocoagulación con láser (vea el Capítulo 5), este deterioro no llega a ocurrir. Después del nacimiento del bebé, los ojos de la mujer regresan a su estado previo.
Si usted está pensando en tener un bebé y padece de enfermedad diabética de los ojos, antes de salir embarazada es importante que estabilice esa situación médica.
La enfermedad renal o nefropatía (vea el Capítulo 5) incrementa el peligro de complicaciones durante el embarazo, tanto para la madre como para el bebé.
Aunque el empeoramiento severo y permanente de la nefropatía a causa del embarazo es poco común, la mujer puede presentar una disminución temporal de las funciones de los riñones. En ese caso es probable que el médico adelante la fecha del parto y que el bebé sufra cierto retraso en el crecimiento.
Calculando los riesgos
La hemoglobina A1c (vea el Capítulo 7) es un excelente indicador del control de la glucosa y del riesgo de sufrir un aborto espontáneo. Si una mujer embarazada tiene un nivel elevado de hemoglobina A1c, esto significa que su control de la glucosa no era adecuado en el momento de la concepción, y que las probabilidades de un aborto espontáneo son mayores. Si el control de la glucosa es normal, el bebé de la mujer diabética corre el mismo riesgo de nacer antes de tiempo que el de una mujer no diabética.
El problema de las malformaciones congénitas es algo más complicado. La incidencia de estas complicaciones aumenta con el incremento del nivel de glucosa, pero el nivel de cetonas (el producto resultante del metabolismo de las grasas) también tiene que ver en esto. Sin embargo, medir la presencia de cetonas no indica si van a ocurrir malformaciones.
Medidas preventivas antes y durante el embarazo
Antes de salir embarazada, debe tomar las medidas necesarias para controlar su glucosa y, de esa manera, evitar problemas potenciales. (Vea la Parte III donde encontrará más información sobre cómo controlar su diabetes). Además, es importante que monitoree su dieta después de quedar embarazada.
Las siguientes son algunas medidas importantes que debe tener en cuenta para que sus probabilidades de disfrutar un embarazo sin problemas sean mayores:
✔ Baje de peso: La obesidad, que es prevalente en personas con diabetes tipo 2, aumenta el riesgo de hipertensión durante el embarazo.
✔ Abandone el hábito de fumar: Los hijos de madres que fuman durante el embarazo tienen muchas más posibilidades de desarrollar obesidad y diabetes en algún momento de la vida.
✔ Utilice insulina para controlar la glucosa: Si tiene diabetes tipo 2 y está tomando agentes orales para reducir el nivel de glucosa en la sangre, es preciso que comience a utilizar insulina para controlar la glucosa durante el embarazo.
Para obtener información detallada sobre qué hacer durante el embarazo, consulte la sección «Cuidado de la diabetes durante el embarazo», que aparece más adelante en este capítulo.
La mayoría de los embarazos diabéticos pueden llegar hasta las 39 semanas. Sin embargo, si la madre tiene hipertensión o una historia anterior de problemas en el parto, su médico podría sugerir que este se adelante.