Si de alguna forma tengo la oportunidad de proteger a las personas de las consecuencias de la diabetes, es a través de esta sección del libro. Cada año se hacen unas 70 000 amputaciones en los Estados Unidos, y más de la mitad se practican en pacientes diabéticos. A pesar de la existencia de un procedimiento quirúrgico que mejora el flujo de sangre hacia los pies, la cantidad de amputaciones está creciendo. Irónicamente, una buena atención médica puede prevenir las amputaciones.
Una buena atención médica puede ayudar a prevenir amputaciones. Su médico debe revisarle los pies con la misma frecuencia con que verifica si usted ha aumentado o bajado de peso.
En la sección sobre neuropatía, al principio de este capítulo, señalé que una prueba con un filamento de 10 gramos puede distinguir al paciente que no corre riesgo de sufrir daños en los pies si camina en condiciones normales, del paciente que sí corre ese peligro. Los médicos deben tener este filamento para, al menos una vez al año, practicarles a los pacientes diabéticos la prueba del filamento. Y usted, el paciente, debe tener su propio filamento y hacerse la prueba en cualquier momento. Si no puede sentir el filamento, debe revisarse los pies todos los días. Vea el Capítulo 7 para averiguar dónde puede comprarlo.
Si presenta resequedad en los pies, quizá tenga pérdida de sudoración. La pérdida de sudoración suele estar acompañada de una pérdida de la sensación táctil y la formación de úlceras. Debe hidratar sus pies, primero sumergiéndolos en agua —cuya temperatura probará primero con la mano—, y después secándolos con una toalla y aplicando una crema hidratante.
Las úlceras de los pies pueden desarrollarse de diversas maneras:
✔ Presión constante
✔ Presión más alta repentina
✔ Presión moderada, repetida constantemente
Una pequeña presión aplicada constantemente es suficiente para dañar la piel. Si siente una disminución de la sensación, algunas de las siguientes recomendaciones podrían ser determinantes para ayudarle a salvar sus pies:
✔ Cámbiese los zapatos cada cinco horas aproximadamente.
✔ Si estrena zapatos, cámbieselos cada dos horas al principio. Los zapatos no deben quedarle ni muy ajustados ni muy holgados.
✔ Nunca camine sin zapatos.
✔ Sacuda los zapatos antes de ponérselos.
✔ Revísese los pies diariamente; válgase de un espejo si fuese necesario.
✔ No use almohadillas eléctricas para calentarse los pies.
✔ Deje de fumar; seguir fumando es como pedir a gritos una amputación.
Si desarrolla una úlcera, el tratamiento consiste en eliminar todo tipo de presión sobre el sitio de la úlcera, descansando el pie y manteniéndolo en alto. Si se produce infección en un pie con adecuado riego sanguíneo, entonces se coloca un yeso para superar la tendencia natural de ponerse de pie o caminar. El yeso protege la úlcera de cualquier lastimadura que pueda impedir la curación.
Hay un producto que, según se ha demostrado, acelera la curación de las úlceras profundas del pie diabético cuando se combina con un buen cuidado de la lesión. (Cuidarse bien la herida implica eliminar cuidadosamente el tejido muerto y mantener el pie en alto, además de atender cualquier infección que aparezca y controlar la glucosa en la sangre). El producto, llamado Regranex Gel y distribuido por Ortho-McNeil, se aplica una vez al día sobre la herida limpia. En un lapso de 10 semanas, la úlcera debe haber disminuido considerablemente de tamaño y la curación completa debe lograrse en 20 semanas. El prolongado tiempo de curación es un problema, ya que el Regranex Gel es muy caro. Sin embargo, de todas formas es muy costoso tratar una úlcera diabética profunda típica, y si ese producto acelera la curación, vale la pena usarlo.
Debo reiterar que las úlceras del pie, que pueden dar lugar a la amputación en pacientes diabéticos, se pueden prevenir completamente. Si ha perdido la sensación en un pie, su médico debe revisarle ese pie cada vez que acude a la consulta, y a usted le corresponde hacerlo todos los días. A la menor señal de un problema, deben tomarse las medidas adecuadas.