Los diversos trastornos del sistema nervioso se dividen en las siguientes categorías:
✔ Trastornos asociados con pérdida de sensación, donde los nervios sensoriales están dañados
✔ Trastornos debidos a la pérdida de nervios motores, que llevan los impulsos a los músculos para que se muevan
✔ Trastornos debidos a la pérdida de nervios automáticos (conocidos como autonómicos), que controlan los músculos en los que no tenemos que pensar, como el músculo cardiaco, los músculos intestinales y los músculos de la vejiga
Las siguientes secciones describen las diversas condiciones relacionadas con estos trastornos.
Trastornos de la sensación
Los trastornos de la sensación son los más comunes y molestos en la diabetes.
Hay distintas condiciones, que se dividen en neuropatías difusas, que involucran muchos nervios, y neuropatías focales, que sólo afectan a uno o a varios nervios. Esta sección es sobre las neuropatías difusas que afectan la sensación.
Polineuropatía distal
La polineuropatía distal es la forma más frecuente de neuropatía diabética. Distal significa lejos del centro del cuerpo, en otras palabras, los pies y las manos. Poli significa muchos, y neuropatía es una enfermedad de los nervios. De modo que esta es una enfermedad de muchos nervios, que se advierte en los pies y las manos.
Los médicos creen que la polineuropatía distal es una enfermedad metabólica (demasiada glucosa en la sangre, específicamente) porque otras enfermedades en las que hay una anomalía general del metabolismo, como la falla renal o la deficiencia vitamínica, también se presentan con una polineuropatía distal.
Los signos y los síntomas de la polineuropatía distal son:
✔ Disminución de la capacidad de sentir un roce (entumecimiento) o de sentir la posición de un pie, tanto si el pie se dobla hacia atrás o hacia delante, debido a la pérdida de las fibras grandes
✔ Disminución de la capacidad de sentir el dolor y la temperatura, por la pérdida de fibras pequeñas
✔ Debilidad moderada de los músculos de los pies
✔ Sensación de hormigueo y ardor
✔ Extrema sensibilidad al roce
✔ Pérdida del equilibrio o de la coordinación
✔ Empeoramiento de los síntomas durante la noche
El peligro de esta clase de neuropatía es que el paciente no sabe, si no lo ve, si sufre un trauma en los pies como, por ejemplo, una quemadura o una lesión causada por un clavo. Cuando se pierden las fibras pequeñas, los síntomas son incómodos pero no tan graves. El paciente puede sentir dolor u otras sensaciones incómodas cuando la sábana le roza los pies. La mayoría de los pacientes con esta condición no saben que han sufrido la pérdida de fibras nerviosas, y la enfermedad se detecta solamente en estudios de conducción nerviosa.
Las complicaciones de esta pérdida de sensación se pueden prevenir. Si usted ha perdido la sensibilidad en los pies, debe revisárselos muy a menudo. En la sección sobre los pies, más adelante en este mismo capítulo, me refiero a técnicas específicas para el cuidado de los pies en pacientes con neuropatía.
La complicación más grave de la pérdida de sensación en los pies es la úlcera neuropática del pie. Las personas con funcionamiento normal de los nervios sienten dolor cuando algo está presionando constantemente un área determinada del pie. Sin embargo, quienes padecen de neuropatía diabética no se dan cuenta de que esto les está ocurriendo. Como consecuencia, se forma un callo y, con la continua presión, el callo se suaviza y se licua, hasta que se cae, dejando una úlcera que se infecta. Si no se trata rápidamente, la infección se extiende y en algunos casos la amputación es la única forma de salvar al paciente. La pérdida de riego sanguíneo en los pies no es un factor que contribuye a la ulceración; este tipo de trastorno se puede presentar aunque el riego sanguíneo sea excelente.
Una complicación menos común en la polineuropatía distal es la neuroartropatía o articulación de Charcot. En esta condición, el trauma, que no se siente, ocurre en las articulaciones del pie o del tobillo. Los huesos del pie se salen de su lugar y pueden ocurrir muchas fracturas sin que el paciente sienta dolor. La persona solamente muestra enrojecimiento e inflamación indolora del pie y del tobillo. El pie queda inútil y se describe como un «saco de huesos».
El tratamiento de la polineuropatía distal debe partir de lograr el mejor control posible de la glucosa en la sangre, y tratar de ser lo más minucioso posible en el cuidado de los pies. Su médico debe revisarle los pies en cada visita, sobre todo si usted presenta pérdida de sensación.
Algunos medicamentos, como los agentes antiinflamatorios no esteroidales ibuprofeno y sulindac, pueden reducir la inflamación. Otros fármacos, como los antidepresivos amitriptilina o imipramina, reducen el dolor y otras incomodidades. Un medicamento llamado capsaicina, que se aplica a la piel, también reduce el dolor. Los resultados de estos tratamientos son variables y parecen funcionar alrededor del 60 por ciento de las veces. Sin embargo, mientras más tiempo ha estado presente el dolor, y mientras peor ha sido, es menos probable que estos medicamentos funcionen.
Se ha descubierto que un nuevo fármaco llamado gabapentina funciona en más casos que muchos medicamentos viejos, pero causa mareos y somnolencia, lo cual puede complicar más el tratamiento.
Un prometedor estudio publicado en Diabetes Care, en octubre del 2002, se refiere al uso de un aerosol de dinitrato de isosorbida para el tratamiento de la neuropatía diabética dolorosa. Este aerosol resultó efectivo en la mitad de los pacientes que lo utilizaron. Otro estudio importante consistió en inyectarles a los pacientes ácido alfa lipoico por vía intravenosa, lo que redundó en una gran mejoría del dolor y otros síntomas. Los resultados de la investigación se publicaron en la revista Diabetes Care de marzo del 2003. Teniendo en cuenta que la neuropatía dolorosa es muchas veces difícil de tratar, vale la pena probar estos nuevos métodos.
Poliradiculopatía-amiotrofia diabética
La poliradiculopatía-amiotrofia diabética es una combinación de dolor y pérdida de fortaleza en los músculos de la parte superior de la pierna, de modo que el paciente no puede estirar la rodilla. El dolor se extiende desde la cadera hasta el muslo. Es la más frecuente después de la polineuropatía distal. La poliradiculopatía-amiotrofia diabética por lo general tiene una corta duración, pero puede continuar por varios años y no se alivia necesariamente con un cuidado más minucioso de la diabetes. Muchas veces los pacientes mejoran con el paso del tiempo.
Radiculopatía-participación de la raíz del nervio
A veces un dolor agudo en una distribución particular sugiere que la raíz del nervio, cuando sale de la médula espinal, está dañada. El cuadro clínico es dolor distribuido en una línea horizontal en un lado del pecho o del abdomen. El dolor en ocasiones es tan agudo que se confunde con una emergencia abdominal interna. Afortunadamente, el dolor desaparece después de un período variable, entre seis y 24 meses. Mientras tanto, controlar bien la glucosa y el dolor sirve de ayuda.
Trastornos del movimiento (mononeuropatía)
La neuropatía puede afectar los nervios que van a diversos músculos. El resultado es una incapacidad súbita de mover o usar esos músculos. Se piensa que esos trastornos se originan como resultado del cierre súbito de un vaso sanguíneo que suministra sangre al nervio. El cuadro clínico depende de cuál es el nervio o los nervios afectados. Si uno de los nervios que van al globo ocular se daña, el paciente no puede girar el ojo hacia el lado donde está ese nervio. Si un nervio que va a la cara es afectado, el párpado puede caerse o se puede perder la sonrisa en un lado de la cara. El paciente podría tener problemas en la visión o en el oído. Podría perder la capacidad de enfocar el ojo. En realidad no existe ningún tratamiento, pero afortunadamente el trastorno desaparece por sí solo al cabo de unos meses.
Trastornos de los nervios automáticos (autonómicos)
Mientras usted lee esta página, muchos movimientos musculares están ocurriendo dentro de su cuerpo, aunque no los note. El músculo cardiaco se contrae y se relaja. El diafragma se eleva para expeler el aire de los pulmones y se dilata para dejar entrar el aire. El esófago lleva los alimentos al estómago desde la boca; a su vez, el estómago mueve los alimentos hacia el intestino delgado, que los envía hacia el intestino grueso. Todas estas funciones de los músculos están controladas por los nervios desde el cerebro, y la neuropatía diabética los puede afectar a todos. Estas funciones automáticas son controladas por los nervios autonómicos. Cuando se hacen pruebas de sensibilidad, el 40 por ciento de las personas con diabetes tienen alguna forma de neuropatía autonómica. La presentación clínica de la neuropatía depende del nervio afectado. Algunos cuadros clínicos son:
✔ Trastornos de la vejiga, empezando con una pérdida de la sensación de la vejiga llena. La orina no se elimina, y por consiguiente se producen infecciones del tracto urinario. Al cabo de un tiempo, ocurre una pérdida de la contracción de la vejiga, y el paciente tiene que hacer un gran esfuerzo para orinar o pierde orina por goteo. El médico puede diagnosticar fácilmente esta anomalía determinando cuánta cantidad de orina queda en la vejiga después de orinar. El tratamiento consiste en orinar cada cuatro horas o tomar un medicamento que aumente la fuerza de contracción de la vejiga.
✔ Disfunción sexual en el 50 por ciento de los hombres diabéticos y en el 30 por ciento de las mujeres diabéticas. Los hombres no pueden mantener la erección, y las mujeres tienen problemas de lubricación vaginal en el coito. (Vea el Capítulo 6 para más información sobre estos problemas).
✔ Trastornos intestinales de diversos tipos. La anomalía más común es el estreñimiento. Si los nervios que van al estómago están afectados, el estómago no se vacía a tiempo. Esto puede dar lugar a una diabetes lábil o diabetes inestable porque la insulina está activa cuando no hay alimento. Afortunadamente, un fármaco llamado metoclopramida ayuda a vaciar el estómago.
✔ Afectación de la vesícula biliar que da lugar a cálculos. Normalmente, la vesícula se vacía cada vez que uno come, especialmente si uno ingiere una comida abundante en grasa, porque las sustancias que componen la bilis (dentro de la vesícula biliar) descomponen la grasa. Si la enfermedad del nervio de la vesícula biliar impide que esta se vacíe, esas mismas sustancias formarán cálculos.
✔ Afectación del intestino grueso que puede producir diarrea diabética, hasta con diez o más evacuaciones al día. Pueden ocurrir evacuaciones accidentales y un crecimiento anormal de las bacterias del intestino. Este problema responde al tratamiento con antibióticos. La diarrea se trata con uno entre varios medicamentos que sirven para aliviar el intestino grueso.
✔ Trastornos cardiacos. Si se produce la pérdida de los nervios que van al corazón, es posible que este no reaccione al ejercicio acelerando los latidos, como es normal. La fuerza del corazón quizá no aumente cuando el paciente se pone de pie y, por lo tanto, la persona se marea. También puede ocurrir una frecuencia cardiaca fija rápida, y es posible que el ritmo cardiaco no sea normal. Esos pacientes corren riesgo de muerte súbita.
✔ Problemas de sudoración, especialmente en los pies. Es posible que el organismo trate de compensar la ausencia de sudoración en los pies con sudoración excesiva en la cara o en el tronco. Puede ocurrir una sudoración profusa cuando se ingieren ciertas comidas, entre ellas el queso.
✔ Anomalías de la pupila del ojo. La pupila determina la cantidad de luz que entra en el ojo. Debido a la neuropatía, la pupila se mantiene pequeña y no se dilata en la oscuridad.
Como ve, usted puede padecer todo tipo de problemas si desarrolla neuropatía diabética. Pero si sigue las recomendaciones que aparecen en la Parte III, estos problemas no le ocurrirán y lo más cerca que estará de sufrir un trastorno nervioso será cuando invite a salir a esa bella vecina.