Tratamiento del síndrome hiperosmolar

El síndrome hiperosmolar, aún más que la cetoacidosis (vea la sección «Tratamiento de la cetoacidosis», en este capítulo), requiere la atención inmediata por parte de un médico experimentado. Usted no debe, por ningún motivo, intentar solucionar el problema por sí mismo. Incluso, debe evitar ver a un médico que no esté especializado en el tratamiento de esta complicación. Usted necesita que un médico experimentado en atender este tipo de trastornos le indique el tratamiento adecuado, y lo necesita con rapidez. La incidencia de muertes provocadas por el síndrome hiperosmolar es alta, porque la mayoría de las personas que lo padecen son ancianos que muchas veces tienen otras enfermedades graves que complican el tratamiento.

Cuando llega a la consulta de su médico o a la sala de emergencias, el médico debe tomar las siguientes medidas lo más rápidamente posible:

Reponer la gran cantidad de agua que su organismo perdió

Reducir el nivel de glucosa en la sangre

Reponer otras sustancias que su organismo eliminó, como potasio, sodio, cloruro y otras

El médico prepara una tabla para monitorear sus niveles de glucosa, concentración de la sangre (osmolaridad), potasio, sodio y otros exámenes, que en algunos casos se realizan cada una hora. Tal vez usted piense que para contrarrestar el elevado nivel de glucosa en la sangre se necesitan dosis altas de insulina. Pero no es así: la gran cantidad de líquidos que el médico le administra contribuye a reducir el nivel de glucosa en la sangre, por lo que usted solamente requiere dosis pequeñas de insulina. Cuando sus fluidos corporales vuelven a la normalidad, los riñones comienzan a recibir mucha más cantidad de sangre, que necesitan para que su organismo elimine el exceso de glucosa.