Síntomas del síndrome hiperosmolar

Como las complicaciones del síndrome hiperosmolar se parecen tanto a las de la cetoacidosis, ambas comparten muchos síntomas. La diferencia principal es que en el caso del síndrome hiperosmolar usted no presenta la respiración rápida de Kussmaul, porque en este trastorno la sangre no es excesivamente ácida. Además, los síntomas del síndrome hiperosmolar van apareciendo en el transcurso de días o semanas, mientras que la cetoacidosis se desencadena de forma rápida e intensa.

Si monitorea su nivel de glucosa en la sangre diariamente, es muy probable que nunca desarrolle un episodio de síndrome hiperosmolar, pues antes de que la situación se vuelva grave se dará cuenta de que su glucosa se está elevando.

Los signos y síntomas del síndrome hiperosmolar son los siguientes:

Necesidad de orinar frecuentemente

Sed

Debilidad

Calambres en las piernas

Hundimiento de los glóbulos oculares y pulso acelerado, debido a la deshidratación

Disminución del nivel de conciencia, o coma

Nivel de glucosa en la sangre de 600 o incluso más, si espera demasiado para ver a un médico

Usted también puede presentar síntomas mucho más nocivos. Su presión arterial puede estar baja. Su sistema nervioso puede ser afectado con parálisis de los brazos y las piernas, que se resuelven con el tratamiento. Su conteo de potasio, sodio y otros componentes de la sangre (como glóbulos blancos y glóbulos rojos) puede ser elevado, pero por lo general esas cifras bajan rápidamente y su médico repondrá la presencia de esos elementos en la sangre mediante la rehidratación de su organismo.