Edythe Fokel, una mujer de 46 años, ha aumentado aproximadamente 10 libras en el último año, así que su cuerpo de 5 pies, 5 pulgadas, ahora pesa unas 155 libras. Edythe casi no hace ejercicios. En los últimos tiempos se ha sentido un poco agotada, pero lo achaca a su edad y a la proximidad de la menopausia. También piensa que es debido a que se levanta varias veces en la noche para orinar, algo que antes no hacía. Lo que más le molesta es que su visión es borrosa y su trabajo requiere trabajar en la computadora. Finalmente Edythe va al ginecólogo después de desarrollar una erupción y una secreción vaginal. Cuando Edythe describe los síntomas, su ginecólogo decide hacerle un análisis de glucosa en la sangre, y la remite a su médico de cabecera porque el resultado del análisis del nivel de glucosa en la sangre de Edythe da 220 mg/dl (12,2 mmol/l).
El médico de cabecera de Edythe le pregunta si en su familia hay alguien con diabetes, y ella responde que su madre y su hermana padecen la enfermedad. También le pregunta si siente hormigueo en los pies, y ella reconoce que había notado cierto hormigueo durante los últimos meses, pero no le prestó atención. El doctor le repite el análisis de glucosa plasmática casual, que esta vez da 260 mg/dl (14,4 mmol/l), y le informa a Edythe que tiene diabetes tipo 2.
Los signos y síntomas que Edythe manifiesta en este caso, junto a los resultados de dos análisis de glucosa en la sangre, ofrecen un ejemplo clásico de diabetes tipo 2. (A la diabetes tipo 2 se le conocía como diabetes del adulto o diabetes no insulinodependiente). Pero sepa que las personas con diabetes tipo 2 pueden presentar sólo algunos o ninguno de estos síntomas. Por eso es tan importante que su médico le monitoree regularmente su nivel de glucosa en la sangre. (En el Capítulo 7 me refiero a la frecuencia con que usted debe realizarse este análisis).
La mayoría de las personas que padecen de diabetes tipo 2 tiene más de 40 años. Las probabilidades de que usted padezca de diabetes tipo 2 se incrementan con la edad. Dado a que en un inicio los síntomas son tan leves, tal vez usted no los note. Usted puede pasar por alto estos síntomas durante años, antes de que se vuelvan lo suficientemente molestos como para consultar a un médico. Es por eso que la diabetes tipo 2 es un padecimiento que se desencadena gradualmente, a diferencia de la emergencia severa que en ocasiones anuncia el comienzo de la diabetes tipo 1. En la diabetes tipo 2 no hay un factor de autoinmunidad, por lo cual no se encuentran anticuerpos. Los médicos creen que los virus no están involucrados en la aparición de la diabetes tipo 2.
Estadísticas recientes indican que en todo el mundo diez veces más personas padecen de diabetes tipo 2 que de diabetes tipo 1. Aunque la diabetes tipo 2 es mucho más prevalente que la diabetes tipo 1, las personas con diabetes tipo 2 parecen presentar complicaciones menos severas (como enfermedades de la vista y enfermedades de los riñones). (Vea la Parte II para obtener información detallada sobre las posibles complicaciones de la diabetes. Vea la Parte III para enterarse de los tratamientos que pueden ayudarlo a prevenir estas complicaciones).