La importancia de asumir el control

Los resultados de un estudio, que duró solamente 12 semanas, aparecieron reseñados en el Journal of the American Medical Association, en noviembre de 1998. El estudio examinó la diferencia entre la calidad de vida percibida por un grupo que tenía buen control de la diabetes y un grupo con un control deficiente de la diabetes. El grupo que tenía buen control mostró menos síntomas de estrés negativo causado por los síntomas, la percepción de que disfrutaban de mejor salud, y la impresión de que podían pensar y aprender más fácilmente. Esto se tradujo en mayor productividad, menos ausentismo y menos días de actividad limitada.

La mayoría de los otros estudios sobre la calidad de vida de las personas con diabetes han sido estudios a largo plazo. En un estudio de más de 2000 personas con diabetes, que estaban recibiendo tratamientos de distinta intensidad, la respuesta general fue que la calidad de vida era inferior en las personas con diabetes que en el resto de la población. Pero varios factores diferenciaban a aquellos con menor calidad de vida de quienes expresaron estar más satisfechos de vivir.

Un factor que provocó que la evaluación de la calidad de vida resultase más baja en este estudio fue la falta de actividad física. Pero esto es algo que usted puede modificar inmediatamente. La actividad física es un hábito que debe mantener durante toda la vida. (Vea el Capítulo 9 para encontrar recomendaciones sobre el tema de los ejercicios). El problema es que realizar un cambio a largo plazo hacia un estilo de vida físicamente más activo resulta difícil; la mayoría de las personas se mantienen activas durante un tiempo, pero finalmente caen nuevamente en rutinas caracterizadas por la inactividad.

Otro estudio demostró la tendencia de las personas con diabetes (y de las personas en general) a abandonar los programas de ejercicios después de cierto período de tiempo. Esto fue publicado en el New England Journal of Medicine, en julio de 1991. Como parte de este estudio, a un grupo de personas con diabetes se les ofreció ayuda profesional por dos años para motivarlos a incrementar la actividad física. Durante los primeros seis meses, los participantes respondieron bien e hicieron ejercicios regularmente y, como resultado, su nivel de glucosa en la sangre, su peso y su salud general mejoró. Después de eso, los participantes comenzaron a retirarse y dejar de asistir a las sesiones de ejercicios. Al final del estudio de dos años, la mayoría de los participantes habían aumentado de peso y su control de la glucosa volvió a ser deficiente. Vale la pena mencionar que las pocas personas que no abandonaron los ejercicios mantuvieron los beneficios y continuaron reportando una mejor calidad de vida.

Si tiene problemas para sobrellevar la diabetes

Usted no dudaría en buscar ayuda para sus dolencias físicas asociadas con la diabetes, pero tal vez se muestre reacio a pedir ayuda si no consigue ajustarse psicológicamente a la diabetes. El problema es que más tarde o más temprano su desajuste psicológico arruinará cualquier control que logre sobre la diabetes. Y, por supuesto, su vida no será muy agradable si constantemente se encuentra en un estado de depresión o ansiedad. Los siguientes síntomas son indicadores de que ya no puede sobrellevar la diabetes sin ayuda, y de que tal vez está sufriendo de depresión:

No puede dormir.

No tiene energía cuando está despierto.

No puede pensar con claridad.

No puede encontrar actividades que le interesen o lo diviertan.

Se siente inútil.

Piensa frecuentemente en el suicidio.

No tiene apetito.

Nada le parece simpático.

Si varios de estos síntomas están presentes en su vida cotidiana, usted necesita ayuda. Su sensación de desesperanza tal vez le hace creer que nadie puede apoyarlo, y eso simplemente no es cierto. Su médico de cabecera o su endocrinólogo es a donde primero debe acudir a buscar consejo. Él o ella puede ayudarlo a darse cuenta que necesita terapia psicológica por corto o largo plazo. Un psicoterapeuta bien capacitado —especialmente si se especializan en atender a personas con diabetes— puede hallar soluciones que usted no es capaz de ver en su condición presente. Es importante que encuentre un psicoterapeuta en quien pueda confiar, para que cuando esté deprimido pueda conversar con esta persona y sentirse confiado de que a él o ella le interesa el bienestar de usted.

Su psicoterapeuta tal vez decida que usted necesita tomar medicamentos para la ansiedad o la depresión. En la actualidad existen muchos medicamentos que han demostrado ser seguros y no tienen efectos secundarios. En ocasiones basta con un período breve de medicación para ayudarlo a adaptarse a su diabetes.

También puede encontrar ayuda en grupos de apoyo. El enorme número de grupos de apoyo, que sigue en aumento, es indicativo de que en estos grupos ocurren cosas positivas. En la mayoría de los grupos de apoyo los participantes comparten sus historias y problemas, lo que ayuda a todos a superar sus propios sentimientos de soledad, inutilidad o depresión.