Capítulo 1

Hacerle frente a la diabetes

En Este Capítulo

Conocer a otras personas con diabetes

Lidiar con el diagnóstico inicial

Mantener su calidad de vida

Encontrar ayuda

Como una persona que padece de diabetes, usted es más que la suma de sus niveles de glucosa en la sangre. Usted tiene sentimientos y usted tiene una historia. La manera en que responda a los desafíos de la diabetes determina si el padecimiento será una contrariedad moderada o la fuente de una enfermedad importante.

Una de mis pacientes me contó que en su primer trabajo después de graduarse de la universidad, los empleados tenían la tradición de celebrar cada cumpleaños con un pastel. Cuando asistió a la primera celebración, le insistieron que comiera pastel. Varias veces dijo que no, pero finalmente tuvo que hablar claro: «No puedo comer pastel porque soy diabética». La señora que le insistía le respondió: «¡Gracias a Dios! Pensé que tenías la fuerza de voluntad que a mí me falta». Han transcurrido veinte años y mi paciente aún recuerda cuando le dijeron que padecer de diabetes era mejor que tener fuerza de voluntad. Otra paciente me dijo lo siguiente: «Lo más difícil de padecer de diabetes es tratar con médicos que no me respetan». Varias veces, durante el transcurso de los años, le ocurrió que aunque seguía al pie de la letra las recomendaciones de los médicos, no lograba controlar su glucosa. El médico la culpó por este «fracaso».

Y a no ser que usted viva solo en una isla desierta (en cuyo caso me sorprende que haya conseguido este libro), su diabetes no solamente lo afecta a usted. Su familia, amigos y compañeros de trabajo también se ven afectados por la manera en que usted maneja la diabetes y por su deseo de apoyarlo. En este capítulo le mostramos algunas estrategias que lo ayudarán a sobrellevar la diabetes y a tratar con las personas que son importantes para usted.