Lo único que hago cuando no estoy sacando radiografías de tórax es esparcir pintura rosada sobre cualquier cosa de mi apartamento que permanezca quieta el tiempo suficiente. Aunque también estuve pateando el Cross a la luz del día para conocerlo un poco más. Es fabuloso. Las tiendas son totalmente diferentes de las que conocía. Comí más cosas extrañas en una semana que en toda mi vida. Hay una panadería francesa que hace unos palillos de masa de pan largos y delgados que son una maravilla, y una pastelería, a la que llaman pâtisserie, que en lugar de los típicos bollos de mermelada, bizcochos de crema y lamingtons de coco y chocolate, tiene unos pasteles fantásticos con muchas capas delgadas como de barquillo. Néctar y ambrosía por todas partes. Compré una cosa llamada ensalada de patatas. ¡Riquísima! Y una coleslaw, que es una ensalada de repollo. Devoré toda la ración de un envase de plástico y me pasé la noche entera echándome pedos, pero no me importa. También venden una barra de carne picada con un huevo duro en el medio que se llama pastel de carne húngaro. Salami en lugar de morcilla, y queso Tilsiter en lugar de esa cosa blanda y jabonosa que mamá compra en el mercado. Cuando se trata de comida, me siento como si estuviera en el paraíso. Además no es demasiado costosa, lo cual me sorprendió bastante; se lo comenté al «nuevo australiano» que atiende en mi charcutería predilecta. Su respuesta resolvió el desconcertante enigma de las leyes dominicales y los horarios de apertura. Me dijo que todas las tiendas de la zona estaban regentadas por miembros de la familia, y mientras hablaba hizo un gesto de complicidad. ¡Así no tienen problemas con empleados y sindicatos! Y eso les permite vender a precios más bajos. Hay un par de lencerías que me tienen fascinada. Los escaparates están llenos de sostenes y biquinis transparentes negros y rojos; unas négligés que tumbarían a David de la impresión que le daría. Lencería de putas. Una tarde, de regreso a casa, Pappy trató de convencerme de que me comprara alguna cosa, pero yo me negué rotundamente.
—Tengo la piel demasiado oscura —expliqué—. Si me visto de negro o de rojo parecerá que tengo una cirrosis terminal.
Traté de sonsacarle información acerca de lo que había entre ella y Toby, pero eludió cada una de mis insinuaciones. Ese simple hecho ya es bastante sospechoso. ¡Ay, si pudiera encontrar la forma de unirlos! Ninguno de los dos tiene familia, y ambos se hallan inmersos en sus respectivas actividades: Pappy en su estudio, Toby en sus lienzos. Están hechos el uno para el otro. Además, sus hijos serían hermosos.
La Hermana Agatha me llamó a su despacho hoy y me informó que desde el próximo lunes dejaré de trabajar en la sección de Tórax y pasaré al Servicio de Radiología de Urgencias. ¡Urgencias! ¡Estoy loca de alegría! Es el mejor trabajo de todos. Siempre variado, todos los casos son graves porque a los que no lo son los mandan al sector general de rayos. Además, ¡en Queens el área de Radiología de Urgencias funciona de lunes a viernes! No se atienden urgencias los fines de semana. Hay fábricas al norte, al sur y al oeste; pero al este tiene kilómetros y kilómetros de parques y campos de deportes. Los distritos residenciales que le corresponden los comparte con el Hospital St. George, aunque también tiene su parte de antiguas casas adosadas en ruinas. Por supuesto, el Estado sigue intentando cerrar el Queens y asignar el dinero que éste chupa al St. George y a los hospitales pequeños de la zona oeste donde la población de Sydney crece como la mala hierba. De todos modos, yo prestaré mi apoyo a la enfermera jefe contra el ministro de Salud siempre que lo necesite. Queens no cerrará ni por asomo, así que mi nuevo trabajo en el Servicio de Urgencias no corre ningún peligro.
—Usted es una excelente técnica, señorita Purcell —dijo la Hermana Agatha pronunciando las vocales bien abiertas, como de costumbre—, y además tiene un excelente trato con los pacientes. Esas cosas no se nos escapan.
—Sí, hermana. Gracias, hermana —respondí mientras retrocedía haciendo reverencias.
¡Yupiii, Urgencias!
El deseo de esta noche: Que Pappy y Toby se casen.