Parece que el lugar del nacimiento de don Merlín fue un claro que hay en el antiguo bosque de Dartmoor, en la Grande Bretaña, más allá de las herrerías reales, y cerca de la encrucijada de los Tres Asientos, de los que se saben los usaban las hadas de otrora para descansar hilando, porque se tienen encontrado en ellos hebras de fina lana. La primera cuna de Merlín fue la festuca de la pradera, que en el claro nunca hubo casa ni cabaña, y venía la que iba a ser madre huida, que siendo soltera, había concebido de un botonero que la enamoró estando ella asomada a una ventana, en la ciudad de Irlanda, donde su padre tenía el oficio de cuarto herrero del rey. El relato de estos amores viene en las historias artúricas, por incidente, y donde se habla de los forjadores de espadas y sus genealogías, y algunos aún lo ponen aparte con el título de: