NOTAS SOBRE UNA EPIDEMIA 4

La policía cerró el Centro de Intercambio de Agujas de Bread Street (Tollcross), a comienzos de los años ochenta, después de que la prensa local airease la inquietud creciente que suscitaba dicho centro.

El resultado fue que la comunidad de usuarios de droga por vía intravenosa de Edimburgo, siempre en aumento, dejó de disponer fácilmente de útiles de inyección limpios. En consecuencia, la gente empezó a compartir jeringuillas y agujas, ajena al peligro de transmisión del VIH (considerado en aquella época una enfermedad que afectaba casi exclusivamente a homosexuales masculinos) por contacto directo con la sangre de otros usuarios.

Éstos empezaron a enfermar en cantidades sin precedentes, hasta el momento, y, muy pronto, algunos sectores de los medios de comunicación empezaron a referirse a Edimburgo como «la capital europea del sida».