Mis recuerdos favoritos

Idealizar el pasado es muy sencillo. Como comprar con una nueva tarjeta de crédito sin límite de gasto, elegimos aquello que más nos gusta en una vida llena de altibajos, sin tomar en consideración el precio emocional del recuerdo. Sin embargo, una vez que el carrito está lleno, es necesario dirigirse a la caja, donde finalmente habrá que pagar la cuenta.