vuelta a casa por Navidad

Las fiestas navideñas no son solo una época de diversión, sino también el momento de cumplir con las visitas de compromiso. Al igual que el salmón que nada desesperadamente corriente arriba, nos sentimos impelidos —empujados por la culpabilidad o por las buenas intenciones— a realizar ese viaje, sabiendo perfectamente cómo puede acabar. Aunque preferiríamos estar en una playa, en una pista de esquí o posiblemente en cualquier otro lugar, ya que una visita al hogar familiar puede convertir incluso la reunión más sagrada en un absoluto infierno.