IX

Tuve que tomármelo al pie de la letra. Qué otra cosa podía hacer. No volví a verla más. Quería decirle que lo que contaba la prensa no era verdad. Lo de él y la chica. Resultó que era prófuga. Con quince años. Yo no creo que él tuviera nada que ver con esa chica y me da rabia que ella pensara que sí. Se le notaba. La telefoneé varias veces pero me colgaba el teléfono y no la culpo. Luego cuando me llamaron de Odessa y me dijeron lo que había pasado yo casi no podía creérmelo. No tenía ningún sentido. Fui a Odessa pero ya no había nada que hacer. Su abuela acababa de morir también. Miré si podía sacar las huellas dactilares del tipo en la base de datos del FBI pero me dijeron que no constaban. Quería saber cómo se llamaba y qué había hecho y ese tipo de cosas. Al final uno acaba pareciendo tonto. Es un fantasma. Pero está ahí. Parece imposible llegar y desaparecer de esa manera. Espero tener más noticias. Quizá las haya. Quizá no. Es fácil engañarse uno mismo. Decirte lo que quieres oír. Te despiertas por la noche y piensas cosas. Yo ya no estoy seguro de lo que quiero oír. Te dices a ti mismo que este asunto quizá ha terminado. Pero sabes que no es así. Por más que lo desees.

Mi padre siempre me decía que hiciera las cosas lo mejor que supiese y que dijera la verdad. Que nada tranquilizaba tanto como despertarte por la mañana y no tener que decidir quién eras. Y si has hecho algo mal da la cara y di lo siento y apechuga. No cargues más peso del necesario. Imagino que hoy día todo esto suena muy ingenuo. Incluso a mí me lo parece. Razón de más para reflexionar. Mi padre no hablaba mucho, por eso me acuerdo de lo que decía. Y recuerdo que no tenía mucha paciencia para repetir las cosas dos veces, de modo que aprendí a escucharlas a la primera. Puede que de joven me apartara un poco de todo ello pero cuando volví a ese camino decidí no dejarlo nunca más y así ha sido. Yo creo que la verdad siempre es simple. Y lo es por fuerza. Tiene que ser lo bastante simple para que la entienda un niño. De lo contrario sería demasiado tarde. Cuando la comprendieras ya sería tarde.