Para 8 personas
Servírselo a un vegetariano al que se quiera convertir en carnívoro.
1 solomillo de 2,7 o 3 kg (o dos puntas de solomillo de 1,3 kg)
2 cucharadas soperas de sal kosher
3 cucharaditas de pimienta negra
1 cucharada sopera de azúcar
80 ml más 1 cucharada sopera de aceite de oliva
2 cucharadas soperas de grasa de panceta
1 cucharada sopera de mantequilla
Precalentar el horno a 230 °C.
Eliminar la grasa y el tejido duro de la pieza de carne (o pedirle al carnicero que lo haga).
Mezclar la sal, la pimienta, el azúcar, los 80 ml de aceite de oliva y la grasa de panceta en un recipiente pequeño y reservar.
Calentar una sartén a fuego fuerte. Añadir la mantequilla y el resto del aceite. Cuando la sartén esté caliente, poner la carne. Un minuto o minuto y medio por cada lado, hasta que empiece a dorarse.
Colocar en una fuente de horno con rejilla para asar y verter el aderezo por encima. Frotarlo sobre la carne con los dedos, asegurándose de que cubra bien toda la superficie. Insertar un termómetro por un lado, en la parte más gruesa, y dejar quince o veinte minutos hasta que el termómetro marque entre 49 y 52 °C.
Sacar del horno y dejar sobre la tabla de cortar diez minutos.
Servir cortado en rodajas.