Para 12 personas
Mi gran amor… antes de conocer al hombre Marlboro en todo caso.
5 yemas de huevo
60 g más 4 cucharadas soperas de azúcar
180 ml de vino Marsala
450 g de queso mascarpone a temperatura ambiente
250 ml de nata
360 ml de café expreso
1 cucharada sopera de vainilla
1 paquete de bizcochos de soletilla chocolate en polvo para espolvorear
Poner agua a hervir en una olla mediana. Echar las yemas en un recipiente de cristal. Añadir 60 g de azúcar y remover hasta que las yemas adquieran un tono amarillo pálido. Introducir el recipiente dentro del agua hirviendo e ir añadiendo dos terceras partes del vino sin dejar de remover.
Dejar cocer la mezcla durante 5 minutos sin dejar que se peguen los bordes y el fondo del recipiente. Cubrir con papel film y meter en el frigorífico durante al menos 45 minutos, o hasta que se enfríe (esta mezcla se llama zabaglione). Poner el mascarpone en un recipiente pequeño y remover hasta que no queden grumos. Mezclar la nata y las 4 cucharadas restantes de azúcar en un recipiente grande y dar vueltas hasta que se formen picos suaves. Añadir el mascarpone y la mezcla. Removerlo todo con movimientos suavemente envolventes. Cubrir con papel film y meter en el frigorífico una o dos horas.
En un recipiente pequeño, mezclar el café, el resto del vino y la vainilla.
Colocar una base sencilla de bizcochos en una fuente de 20 × 30 cm aproximadamente. Verter entre media y una cucharada sopera de la mezcla del café sobre cada bizcocho. A continuación, una tercera parte de la mezcla anterior sobre el café y extender de forma uniforme. Espolvorear con cacao en polvo por encima. Poner dos capas más de bizcocho.
Cubrir y meter el tiramisú en el frigorífico durante varias horas antes de servir. Servirlo en platos individuales.
Nota: Este postre no aguanta más de veinticuatro o treinta y seis horas, porque, al tener mucho líquido, los bizcochos acaban empapándose demasiado.