Este es un caso completamente único. Alguna gente de Hollywood insistió en que deseaban hacer una serie de televisión titulada Isaac Asimov presenta. Tuve muchas dudas al respecto, pero seguí adelante con ello a través de un montón de entrevistas.
Les di seis ideas; eligieron una. Escribí una historia en torno a aquella idea, y la llamé Por miedo de que recordemos. Me pagaron generosamente por ella, y luego escribieron realmente un guión basado en la historia, y resultó que a la gente de televisión les gustó el resultado. El único paso que faltaba era empezar con la producción, y yo me sentía estupefacto, ya que honestamente jamás he creído que nada haya funcionado nunca en Hollywood.
Bien, finalmente tuve yo razón. Ese último paso que faltaba dar jamás fue dado. Al cabo de mucho tiempo, solicité si podía recuperar la historia. Aceptaron amablemente mi petición, y la sometí a George Scithers. La aceptó, y apareció en el número de febrero de 1982 de Asimov’s.
Ahora aquí está, incluida en esta recopilación, y debo decirles que no es una historia típica mía. La escribí con un público de televisión en mente, y tengo la impresión que como resultado de ello el diálogo es más vivo y de algún modo con más «ritmo». Casi me atrevería a creer que de tanto en tanto introduje una débil bocanada a lo Neil Simon.