Esta historia fue escrita en honor a la primera lanzadera, el Columbia, que efectuó su magnífico vuelo en abril de 1981. Como anticipación a ese éxito, un periódico de Florida cuya área de circulación incluía Cabo Cañaveral me pidió que escribiera una historia para ellos.
Me dieron el título, La última lanzadera, y cuando les pregunté si tenían algo en mente relacionado con ese título, dijeron: «¡No! Escriba cualquier cosa que le plazca, siempre que tenga alguna relación con ese título».
Así lo hice, y la historia apareció en el ejemplar del suplemento del periódico del 10 de abril de 1981, titulado Today.