PROYECTOS DE ASESINATO

b

LISS observó desde la Roca Zarpa cómo se aproximaba Serpine. La Roca Zarpa se asemejaba a una mano ciclópea que sobresalía de la cima de la montaña, con la palma hacia arriba y los dedos entrecerrados como si quisiera atrapar al sol, que brillaba en un cielo rojo como la sangre.

Serpine trepó a la palma de la mano con facilidad y Bliss se inclinó levemente ante él. En respuesta, Serpine se limitó a esbozar una sonrisa.

—¿Lo tienes? —preguntó Bliss.

—Por suerte para ti, sí.

—¿Para mí?

—Mi querido Bliss, si hubiera salido de esas cuevas sin el Cetro en mi poder, ¿qué sería ahora de ti? Estarías encerrado en las mazmorras del Santuario, impotente y esperando a ser juzgado. Pero en vez de eso estás aquí conmigo, en los albores de un mundo nuevo. Puedes estarme agradecido.

—Pareces olvidar que, si hubieras salido con las manos vacías, tú también estarías en una de esas mazmorras…

Serpine se quedó mirándolo. En tiempos había considerado a Bliss como su igual; pero eso había cambiado.

... mi señor —remató Bliss su frase en tono respetuoso, agachando la cabeza.

Serpine volvió a sonreír y se dio la vuelta para escrutar el valle que asomaba entre los dedos como garfios de la roca.

—¿Es tan poderoso como afirman los historiadores? —preguntó Bliss.

—Lo que imaginaron los historiadores palidece comparado con la realidad. Ahora somos invencibles.

—¿Y los Mayores?

Serpine volvió la cabeza.

—Tengo un plan para ocuparme de ellos. Son absolutamente predecibles, y esa será la causa de su muerte. El propio Meritorius quedará reducido a un puñado de polvo. No habrá nada que nos pueda detener.

—Tal vez los Mayores sean predecibles —respondió Bliss—, pero no podemos decir lo mismo de Skulduggery Pleasant. Skulduggery es astuto, fuerte y extremadamente peligroso.

—No te preocupes por el detective. También tengo un plan para él.

—¿Sí?

—Skulduggery Pleasant siempre ha tenido un punto débil: se encariña con personas que son muy fáciles de matar. En el pasado fueron su mujer y su hijo. Ahora es esa chica que va con él, esa tal Valquiria Caín. Skulduggery solo es peligroso cuando piensa con claridad; y sabes tan bien como yo que la ira lo ciega.

—¿Entonces, qué vamos a hacer?

—Ya he hecho algo, Bliss. He enviado a alguien que hará que el detective se ciegue. En menos de una hora, Valquiria Caín estará muerta y Skulduggery Pleasant dejará de ser un problema para nosotros.