Qué importa si te ordené abandonar
la caverna de la mente?
Hay un ejercicio más sano
en la luz del sol y en el viento.
Nunca te ordené ir
a Moscú o a Roma.
Renuncia a ese trabajo pesado,
pide que vuelvan las Musas.
Busca aquellas imágenes
que constituyen lo salvaje,
el león y la virgen,
la ramera y el niño.
Halla en mitad del aire
un águila en vuelo,
reconoce a las cinco
que hacen cantar a las Musas.