Ayuné cuarenta días tomando sólo pan y suero,
pues pasar la botella entre mozas con harapos o sedas,
con chales campesinos o mantos de París, me extravió.
¿Y de qué sirve una mujer, si lo que sólo sabe decir
es tralaralará?
En torno a la isla santa de Lough Derg recorrí las piedras,
oré de hinojos en todas las estaciones de la cruz,
y allí encontré a un anciano, y aunque oré todo el día,
y aquel anciano a mi lado, éste nada decía
más que tralaralará.
Todos saben que todos los muertos del mundo se hallan aquí,
y que si una madre buscara a su hijo tendría poca fortuna
porque los fuegos del Purgatorio han devorado sus formas;
juro por Dios que les pregunté, y todo cuanto tenían que decir
era tralaralará.
Un pajarraco negro apareció cuando me hallaba en la barca,
de un extremo a otro desplegaba veinte pies,
batiendo y agitando las alas hacía un gran alarde,
pero no me detuve a preguntar, qué me podía decir el barquero
sino tralaralará.
Ahora estoy en la taberna apoyado en la pared,
así que con harapos o sedas, con capa o chal campesino,
venid, y con amantes duchos o los hombres que sea,
pues puedo derribarlos a todos, y todo lo que tengo que decir
es tralaralará.