LA MADRE DE DIOS

El triple horror del amor; un destello

que cae en la cavidad de un oído;

alas que baten por la habitación;

el horror de todos los horrores

que llevaba el Cielo en mi vientre.

¿No me conformaba con las cosas

que una mujer corriente conoce,

rincón junto a la lumbre, paseos por el jardín,

o cisterna de roca, en que hacemos la colada

y nos contamos los chismes?

¿Qué es esta carne que pagué con dolores,

esta estrella caída que sostiene mi leche,

este amor que hace que se me pare la sangre

o me hiela de repente los huesos

y me eriza el cabello?