LA RUEDA

En invierno queremos primavera,

y en primavera ansiamos el estío,

y cuando el seto espeso se hace canto

decimos que el invierno es lo mejor.

Y nada luego nos parece bueno

pues que no llega la dulce primavera,

e ignoramos que lo que al alma agita

es sólo su deseo de la tumba.