Oh, si ya hablamos por extenso antes
de que los dieciséis fueran fusilados,
pero ¿quién puede hablar de dar o tomar,
de lo que debería ser y lo que no
mientras esos muertos merodean ahí
para remover la olla que hierve?
Decís que deberíamos tranquilizar al país
hasta que se haya vencido a Alemania;
pero ¿quién habrá que lo sostenga
ahora que Pearse está sordo y mudo?
¿Y va esa lógica a pesar más
que el huesudo pulgar de MacDonagh?
¿Cómo podéis soñar que escucharían
los que sólo prestan oídos
a los nuevos camaradas que han encontrado,
Lord Edward y Wolfe Tone,
o meterse con nuestro dar y tomar
los que conversan hueso con hueso?