A UNA JOVEN BELLEZA

Artista como yo, ¿por qué tan libre

con toda clase de acompañantes,

con todo Fulano y Mengano?

Escoge a tus compañeros de entre los mejores,

pues quien trae un cubo con los demás

pronto cae colina abajo.

Puedes, con ese espejo por escuela,

ser apasionada, no pródiga

como las bellezas corrientes,

que no nacieron para mantener la forma

del querubín del viejo Ezequiel

sino de los de Beauverlet.

Sé qué pago da la belleza,

y cuán dura es la vida de su sierva,

mas alabo los inviernos pasados:

no hay necio que pueda llamarme amigo,

y puede que al final del viaje cene

con Landor y con Donne.