Ya me agotan los sueños;
un tritón de mármol desgastado
en los arroyos;
y todo el largo día admiro
la belleza de esta mujer
como si hubiese hallado en un libro
una belleza pintada,
contento de haber colmado los ojos
o los avezados oídos,
dichoso de ser sabio,
pues los hombres mejoran con los años;
y sin embargo, y sin embargo,
¿es esto un sueño, o la verdad?
¡Ojalá que te hubiese conocido
cuando aún tenía mi juventud ardiente!
Pero me hago viejo entre sueños,
un tritón de mármol desgastado
en los arroyos.