Aunque el gentío se congregaba al mostrar ella su cara,
y hasta los ojos de los ancianos se nublaban, sólo esta mano
como un último cortesano en un campamento de cíngaros
balbuciendo de la majestad caída, consigna lo que se fue.
Las facciones, un corazón que ha dulcificado la risa,
esto permanecerá, mas yo consigno lo que se fue. Un gentío
se congregará, sin saber que camina por la misma calle
por la que una vez caminó lo que parecía una nube ardiente.