II
DOS AÑOS DESPUÉS

¿No te ha dicho nadie que esos atrevidos

y tiernos ojos deben ser más sabios?

'¿O te ha advertido qué desesperantes

son las polillas cuando se las quema?

Yo podría haberlo hecho; pero eres joven,

así que hablamos una lengua distinta.

Oh, tú cogerás cuanto se ofrece

y soñarás que todo el mundo es amigo,

sufrirás como tu madre sufrió,

al final estarás rota como ella.

Pero soy viejo y tú eres joven,

y yo hablo una lengua de bárbaros.