EN LAS CARRERAS DE GALWAY

Allí en la pista,

el disfrute hace unánimes a todos,

jinetes en caballos al galope,

el gentío que en torno se arracima:

también nosotros

tuvimos una vez cuantioso público

que oía y jaleaba nuestras obras;

sí, caballistas como compañeros,

antes que el mercader y el chupatintas

tímidos alentaran sobre el mundo.

Seguid cantando:

con una luna nueva en algún sitio,

sabremos que el dormir nunca es la muerte

al oír que la tierra su son cambia,

pues su carne es indómita, y de nuevo,

gritando mientras dura la carrera,

tendremos jaleadores entre hombres

que cabalgan caballos.