SOBRE UNA CASA SACUDIDA POR LA AGITACIÓN CAMPESINA

¿Podría el mundo ser más venturoso

si esta casa, pasión y precisión

unidas desde tiempo inmemorial,

se volviera ruinosa y no engendrara

el ojo bien abierto que ama el sol,

ni pensamientos de águilas que surgen

donde evocan las alas a otras alas,

y lo excelso a lo excelso entretejido?

Aunque humildes techumbres de madera

volviera más robustas su caída,

¿acaso alcanzarían su ventura,

los dones que gobiernan a los hombres,

y tras éstos el postrero don del Tiempo,

que llega paulatino: un habla escrita

con noble risa, encanto y sin esfuerzo?