Ah, que el Tiempo tocase una figura
que mostrara lo que en tiempos de Homero
se tenía por la paga de un héroe.
“De haber sido siempre una tormenta
su vida, no pintaran los pintores
líneas de tanta nobleza,” dije,
“su cabeza altiva y delicada,
esa severidad junto al encanto,
tanta dulzura en medio de la fuerza.”
Ah, mas la paz que viene finalmente
llegó al tocar el Tiempo su figura.