REY Y NO REY

«¡SI fuese todo menos una voz!”

¡Exclamó el No Rey que después fue Rey,

pues jamás escuchó que nadie fuera,

comparado a palabras, más que ruido;

mas, pues la Vieja Fábula es amable,

que él triunfe en algún lugar o modo

que yo he olvidado, aunque él dispare;

mientras que a nosotros que creíamos

haber visto un relato puro y dulce,

nos ha vencido la promesa

que hiciste hace muy poco enfurecida.

¿Cómo sabré, si no tengo tu fe,

que en la luz cegadora tras la tumba

habrá algo que enjugue nuestra pérdida?

La amabilidad y la charla diarias,

la dicha habitual de uno con el otro

antes que se frustraran cuerpo y alma.