Cuando los Poderes cuyos nombre y apariencia nadie conoce
hayan arrancado la Rosa Inmortal;
y aunque las Siete Luces se hayan inclinado en su baile y llorado,
y el Dragón Polar dormido,
y desenroscado sus pesados anillos de un trémulo piélago a otro,
¿cuándo despertará?
Grandes Poderes de la ola que cae y el viento sobre el fuego,
con vuestro coro armonioso
rodead a la que amo y cantadle hasta que quede tranquila,
para que mi antigua preocupación pueda acabar;
desplegad vuestras alas llameantes y apartad de la vista
las redes del día y de la noche.
Oscuros Poderes del pensamiento soñoliento, que no sea
ella como la pálida concha marina
cuando los vientos se congregan y el sol y la luna arden borrosos
sobre su borde nublado;
mas que un suave silencio hecho con música fluya
adonde van sus pasos.