HABLA DE LA BELLEZA PERFECTA

Oh párpados nublados, tenues ojos

que sueños emborronan,

los bardos que se afanan de continuo

por construir una belleza perfecta en sus rimas

son vencidos por el mirar de una mujer

y por la ociosa prole de los cielos;

por ello, mi corazón se inclinará, cuando el rocío

caiga lento, hasta que Dios queme el tiempo

ante los ociosos astros y ante ti.