Los jueces no resuelven los problemas de la Memoria, les

estamos pidiendo a ellos que resuelvan un tema que les toca

a los políticos resolver. Los jueces no van a resolver el problema

de la credibilidad de los investigadores y periodistas […].

Por lo tanto, lo que está en juego es nuestra credibilidad,

como consecuencia, va a costar que nos dobleguen. Se

meten en el método, porque allí pueden incidir y a través

de eso nos pueden silenciar. Matar al mensajero…

Palabras de DOLORS GENOVÉS durante

las jornadas «A represión en Galiza: O

dereito a saber e a liberdade de investigar»,

O Grove, septiembre de 2007

La jurisprudencia […] reconoce que no puede enjuiciar los

hechos históricos y que los tribunales no son quién para

decidir qué es la «memoria histórica». Es más, el debate

sobre lo que debe ser la «metodología científica» a aplicar

en los estudios históricos es terreno pantanoso […] y, por

otra parte, un juicio no es el lugar adecuado para llevarlo a

cabo, tanto por el rígido procedimiento procesal como

porque no estamos en un país normalizado y aún hay gente

que tiene miedo a hablar delante de una grabadora, cuanto

más en un juicio contra los descendientes o representantes

actuales de los vencedores, que entonces causaron tanto

miedo y tanto dolor. Aun así a nosotros se nos lleva a los

tribunales con riesgo de ser penalizados por la labor de investigar

y dar a conocer lo acontecido tras la victoria de los fascistas

en 1936, actividades que realizamos en precario y

sin ningún tipo de retribución.

DIONISIO PEREIRA, «Matar ao menxaseiro»,

en Libro-Memoria de la Fundación,

10 de marzo de 2008

El Estado [español] debería: a) considerar la derogación de

la Ley de Amnistía de 1977; b) tomar las medidas legislativas

necesarias para garantizar el reconocimiento de la imprescriptibilidad

de los crímenes de lesa humanidad por los tribunales nacionales;

c) prever la creación de una comisión de expertos independientes

encargada de restablecer la verdad histórica sobre las violaciones de los

derechos humanos cometidas durante la Guerra Civil y la dictadura;

y d) permitir que las familias identifiquen y exhumen los cuerpos

de las víctimas y, en su caso, indemnizarlas.

Informe del Comité de Derechos Humanos

de la ONU (94.º reunión, octubre de 2008)