Los etíopes estaban vestidos con pieles de leopardo y león, y llevaban largos arcos hechos con el tallo de las hojas de palmera de no menos de cuatro codos de longitud. En ellos utilizaban cortas flechas hechas con juncos y armadas en la punta, no con hierro, sino con una pieza de piedra, afilada hasta ser puntiaguda, del tipo de las que utilizaban para tallar los sellos. También portaban lanzas, cuyos extremos eran cuernos afilados de antílopes y, además, llevaban palos llenos de nudos. Cuando entraban en batalla se pintaban los cuerpos, la mitad con tiza y la otra mitad con bermellón.
HERODOTO