Notas

[1] En la presente serie de cartas dirigidas a Allen Ginsberg, Burroughs narra su viaje por la selva amazónica realizado en busca del yagé (o ayahuasca, Banisteriopsis Caape), droga alucinógena a la que se le atribuyen virtudes de agudización de la imaginación y de los poderes telepáticos y a la que los curanderos indígenas utilizan para buscar objetos perdidos, en especial cuerpos y almas. Burroughs y Ginsberg se encontraron de nuevo en Nueva York, en Navidad de 1953, y revisaron y publicaron las cartas bajo la forma de libro. Siete años más tarde, Ginsberg escribió a su antiguo gurú desde el Perú, dándole cuenta de sus propias visiones y terrores con esa misma droga, y pidiéndole su consejo. <<

[2] Esta es la primera «rutina» de Burroughs, «Roosevelt después de la inauguración». La forma cobró luego vida propia con el objeto parlante en Naked Lunch; buena parte del material de ese volumen está desarrollado en cartas subsiguientes dirigidas a Ginsberg. «Roosevelt después de la inauguración» fue publicado en Floating Bear # 9; el jefe de redacción, el poeta Leroi Jones, fue detenido por enviar ese número dentro de la correspondencia oficial del Gobierno de los Estados Unidos; tras un año de persecución Jones fue reivindicado. Pueden conseguirse ejemplares de esa rutina en una edición pirata dirigiéndose a City Lights Books, al precio de 50 «cents» con franqueo pago. <<

[3] Se refiere al film Pull my daisy. <<

[4] El sonido que suena en todos los sentidos / de todo cuanto haya sido Creado / todas las combinaciones que se presentan una / y otra vez de nuevo como antes… / Toda posible Combinación del Ser, todas / las viejas: todas las antiguas hindúes. / Los universos plurales-Sabahadabadie / que suenan en Grandilocuente / Juxtaposición Barbada / con todos sus minaretes y torres / iluminadas por la luna entrelazados con el hierro / o el encaje de porcelana, / todos han existido… / y los Sabios de / blancos cabellos sentados con las piernas cruzadas en/ un diván femenino… / escuchando con atención cualquier música que llegara / del bosque o de la calle, / cualquier pájaro que silbara en la plaza del mercado / cualquier nota que diera el reloj para decir / Tiempo… / cualquier droga, o aire, que respiraran / para hacerlos pensar tan profundamente / u oír tan simplemente lo que / había pasado / como un coche que pasa por la calle 1960 / junto al Palacio Gubernamental en Perú, aquí en Lima, / en el año que escribo… / Un Buda como de antes, con las sirenas de / cualquier maquinaria que hace ruido sonando en / la calle. / Y la luz de la calle reflejada en la estación RR /frente fachada ventana en un / puerto roñoso en Backwash / de la olvidada lobreguez / de cualquier fabulosa / Civilización de / la Eternidad: / con el reloj de la estación RR sonando la medianoche, / como ahora, / y esperando por el sexto golpe, / para escribir una palabra, / y terminar con el último sonido recuerda / estas únicas doce horas sonaron / antes / y nunca más; ambas / y yo regreso del balcón donde estaba / mirando la Cruz (temeroso) / y las estrellas / pensando en el BONG de medianoche… / Sabios del Asia o blancas barbas de Persia / garabateando en el margen de los rollos / con tinta delicada / recordando con lágrimas las antiguas campanas de sus / ciudades / y las ciudades que habían sido… y / Afirman con ojos rientes, / el mundo es como lo vemos, / masculino y femenino, pasa / como pasa a través de los años, / como lo ha hecho antes y lo hará, quizá / con todas sus perlas innumerables / Y todas las malditas narices de la Eternidad… / y todos los viejos errores… / inclusive / esta vieja conciencia, que se ha visto / a sí misma antes (así el ruido de la langosta del reloj nocturno de la antigüedad en mi tímpano) / Estoy garabateando / nadas, / página tras página de la más profunda / nada, / como inscribió el Antiguo Hebe, cuando / escribió Adonai o Uno… / todo para entretener o ganar dinero o engañar… / Oh campana del tiempo, repica tu medianoche por la billonésima resonante vez, de nuevo oigo! <<

[5] Brion Gysin: pintor inglés, colaborador y amigo de Burroughs de Tánger, que le sugirió la aplicación de las técnicas pictóricas del siglo XX —el collage— a la obra escrita. Naked Lunch fue compuesto así como un collage de «rutinas». Los folletos Minutes to Go (Two Cities Press, París, 1960) y The Exterminator (Auerhahn Press, San Francisco, 1960) fueron preparados por Gysin, Burroughs, Gregory Corso y otros como una exposición gráfica de una salida inmediata de las trabas fenomenológicas y de lo literario temporal mediante las técnicas del recorte y el collage. <<