NOTICIAS DE EGIPTO
ESTABA en Veracruz cuando recibí una carta del doctor Efren con noticias muy extrañas y muy tristes. Me decía en ella que se aseguraba que Mendi se había casado en El Cairo con la hija del virrey de Egipto; que en Alejandría no se hablaba más que de esto, y que Rosa, al saberlo, se había marchado con su hermano el marino a la isla de Gozzo, donde había muerto.
Chiaramonte dejaba a Alejandría con su familia e iba a vivir a Italia; me parecía tan extraño el casamiento de Mendi que dudé de que fuera verdad.
Un año o dos después de la carta leí en la Abeja, de Nueva Orleans, periódico redactado en francés, varias anécdotas referentes al español Ignacio Basterrica en El Cairo. Se decía que siendo este español profesor de música le entró deseos al virrey de Egipto, Mehemet Alí, de que dicho profesor enseñase música a una de sus hijas. Basterrica comenzó a darle lecciones, y la discípula se enamoró locamente de él, y a los pocos meses hubo que casarlos antes de que sus amores tuvieran fruto. Basterrica abjuró de su religión y abrazó la de Mahoma. Mehemet Alí no era nada exigente en esta cuestión; le bastaba con que se hiciera una comedia de conversión al mahometismo.
Ya casado, Basterrica fue nombrado príncipe de la familia real, y Utch tuglu bascha (bajá de tres colas), y general en jefe de la caballería. Después supe que estuvo en Grecia y asistió a la toma de Missolonghi, y que en 1832 decidió la batalla de Konieh contra los turcos, al frente de treinta escuadrones de caballería egipcia. Más tarde, en otro periódico francés, leí que no reinaba la mejor armonía entre el español Basterrica Pachá e Ibrahim Pachá su cuñado.
—¡La suerte! ¡Qué cosa más extraña! Sólo si me hicieran bajá de tres colas y capitán general y me casara con la hija del virrey aceptaría entrar en el ejército egipcio —decía Mendi.
Y le hicieron bajá de tres colas y capitán general y le casaron con la hija del virrey de Egipto. A veces la realidad tiene sorpresas tan grandes como lo imaginado.