POSIBLES penalidades de Julen Barriola en Francia:
—monotonía, aburrimiento
—accesos de nostalgia
—tensión con los compañeros (con algunos, se entiende)
—intimidación como no se someta (y si se somete, también)
—desconfianza hasta de la propia sombra
—presión para que no difunda opiniones (enseguida lo tachan a uno de disidente, de liquidacionista, de vendido)
—miedo a que los compañeros lo declaren traidor
—miedo a que un compañero lo delate a la policía
—miedo a dudar y que se note
—miedo a parecer cobarde (y serlo)
—miedo a ser detenido
—miedo a las crueldades durante el interrogatorio
—miedo a la pena capital, aunque él no ha matado a nadie
—desequilibrios mentales, comportamientos obsesivos, paranoia
—imposible trabar relación con una chica, llevarla al cine, echar un polvo (¿se usaba entonces esta expresión?) si no es adepta a la causa
—soledad
—limitación de movimientos
—estrecheces económicas apenas paliadas por las ocasionales y modestas aportaciones de su familia (familia que vive del sueldo de un obrero)
—alimentación deficiente
—otras penalidades que ahora no se me ocurren, pero que con toda seguridad existieron
No hace falta relatarlas todas. Apoyándome en criterios literarios, seleccionaré las tres o cuatro que mejor se dejen ilustrar por medio de acciones, cartas, reflexiones en voz alta, diálogos… Nada de pasajes explicativos, amiguito. ¿O es que has olvidado que escribes para adultos?