Apunte 26

—PUES a mí me han dicho que tu padre le pega a tu madre.

—¿Quién te lo ha dicho?

—Se oyen las palizas por toda la vecindad.

—Eso era antes del paralís. Ahora no le pega.

—¿Y por qué le pegaba?

—Para que haría las cosas bien y no le conteste, pero ya no le contesta.

—Tú a mí no me vas a pegar, ¿eh? Porque te acuerdas.

—No, yo no… ¿Visentico le pega a tu madre?

—Mi madre una vez le rompió a mi padre el palo de la escoba en la espalda. Te lo cuento para que te hagas una idea de lo que te podría pasar.

—Yo me caso contigo para quererte.

—Huy, qué tierno.

—Y para que me quieras.

—Si eres romántico me gustarás. Y si te lavas.

—¿Tú para qué te casas?

—Para darle un padre a mi hijo.

—Aparte de eso, ¿no me vas a querer?

—Depende.

—¿De qué depende?

—De si eres cariñoso y no me pones en ridículo cuando vayamos por la calle.

—Bueno, yo hago lo que tú digas si por las noches me das eso.

—¿No has visto mi barriga?

—Digo después de tener el niño.

—Todo lo que yo te dé te lo tienes que ganar.

—Eso no es problema para mí. Me lo ganaré.

—¿Cómo lo sabes?

—Porque lo quiero mucho.

—¿Qué es lo que quieres?

—Que por las noches me lo des.

—Caramba con el Chacho. Y parecías tan inocente.

Etcétera.