A horas avanzadas, en el vagón. Oscuridad completa.
JULEN: ¿Qué pasa? ¿Por qué me despiertas?
PEIO: Ponte los zapatos ahora mismo.
JULEN: ¿Has oído algo? ¿Viene alguien?
PEIO: Que te los pongas, rediós. No sé para qué llevas pistola si con el olor de tus pies podrías matar a un elefante.
Escena quizá demasiado chusca, aunque nunca se sabe. Anotada queda por si se le pudiera sacar provecho literario.