II

El destino del reino del Asia central quedaba fatalmente determinado por su situación geográfica. Rodeado por reinos poderosos, como el de los Yuan, el de los ilkanes y el de La Horda de Oro, sólo podía extenderse en una dirección. Cada tentativa de aquella masa nómada, eternamente inquieta, para traspasar sus límites fijos era rechazada con grandes pérdidas.

Imposibilitados, pues, de extenderse hacia el exterior, la exuberante vitalidad nómada se agotaba en continuas guerras intestinas. Por espacio de más de medio siglo, el reino de Tschagatai no conoció la paz.

Durante las continuas luchas para alcanzar la soberanía, ninguno de los kanes provinciales renunció a los medios y riquezas que las ciudades más próximas a sus territorios les brindaban; de ahí que la destrucción o conquista de una de ellas no era para su existencia tan fatal como la vecindad constante de los nómadas.

La mayor parte de las ciudades del Asia anterior, después de ser destruidas, resurgían de sus propias cenizas en cuanto el vencedor se retiraba; sin embargo, las ciudades de Turkestán, aunque nunca habían sido atacadas, se empobrecían paulatinamente, pues cuanto más ricas y poderosas eran, tanto más se las oprimía bajo el peso de colosales contribuciones. Sus campos de cultivo servían de pasto a los ganados de sus dominadores, quienes se apoderaban de los víveres almacenados para su abastecimiento. De esta manera, la región se despoblaba hasta tal punto, que uno de los viajeros contemporáneos escribió:

En Turkestán sólo se encuentran hoy ruinas más o menos bien conservadas. Desde lejos dan la sensación de una antigua colonia bien construida, rodeada de hermosa vegetación; mas si se acerca uno con la esperanza de encontrar gente, sólo se ven casas vacías. Actualmente, los únicos habitantes del país son nómadas que no practican el laboreo de las tierras…

Los campos cultivados se convertían de nuevo en estepas y, en lugar de la población sedentaria, llegaba del norte gente nómada, cada vez más numerosa, turcos que, mezclándose con los mongoles dominantes, formaron después el pueblo de Tschagatai, en el centro de Asia, con una lengua mezclada y cuyo nombre fue también Tschagatai.