Fotografías

En la base aérea de Brooks, en Texas, se entrena a monos mediante electrochoques para que mantengan estas plataformas niveladas mediante comandos que simulan el vuelo de los bombarderos de las Fuerzas Aéreas. Después son gaseados e irradiados para averiguar cuánto tiempo pueden mantener las plataformas niveladas bajo las condiciones simuladas de ataque químico o nuclear. Véanse las primeras páginas del capítulo 2.

Un mono rhesus confinado en una jaula giratoria en el Instituto de Investigaciones Radiológicas de las Fuerzas Armadas, en Bethesda, Maryland, donde se lleva a cabo una investigación militar sobre la dosis letal de radiación de neutrones-gamma. Los primates son entrenados mediante electrochoques para que hagan girar una manivela a una velocidad de entre 1,6 y 8 km/h. Después de un período de condicionamiento de ocho semanas, los monos son irradiados y puestos a prueba otra vez con la manivela hasta que mueren. La investigación compara la pauta de actuación de cada mono individual antes y después de ser expuestos a una radiación letal.

Véase la información del capítulo 2 (Foto de Henry Spira).

Para determinar la irritación ocular que podría causar un detergente, ese detergente en pasta se aplica directamente a los ojos de los conejos, a los que se deja vendados para que la pasta haga reacción. Los conejos inmovilizados y almacenados en estanterías (como puede verse en la imagen) durante varias horas. Como los conejos no pueden llorar y enjuagarse el detergente de los ojos, sufren una irritación mucho mayor que la que podría experimentar un ser humano (UPI/Foto del Archivo Bettmann).

Las fotografías superiores muestran los efectos de los irritantes colocados en los ojos de los conejos como parte del Test de Draize. Están tomadas de la Guía ilustrada para clasificar la irritación ocular causada por sustancias peligrosas de la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo. Según la Introducción de esta publicación, su objetivo es «ayudar al entrenamiento del personal de laboratorio […] y contribuir así a una interpretación más uniforme de los resultados obtenidos cuando se experimenta con una sustancia de acuerdo con el método oficial». En otras palabras, se espera que el personal del laboratorio ponga en los ojos de los conejos sustancias que puedan causar irritación, esperen un tiempo que puede variar entre unas horas y una semana, y después juzguen la irritación que pueden causar esas sustancias comparando los ojos de los conejos con estas fotos.

Este ratón es parte de un grupo que está pasando la prueba LD50. Los ratones ingerirán a la fuerza la sustancia que se examina (quizá un colorante alimenticio o un aditivo sintético para dar sabor) hasta que la mitad del grupo muera envenenado. Véase la información del capítulo 2.

Primer plano de una jaula en la Granja Avícola de Somerset, en Victoria, Australia. Había siete gallinas en esta jaula de 45 cm2 (Foto de Patty Mark).

Una línea de producción que lleva los pollos vivos al matadero de una planta procesadora (Foto de Jim Mason y J.A. Keller, del libro Animal Factories).

Durante el embarazo las cerdas permanecen confinadas en jaulas tan pequeñas que no pueden darse la vuelta ni caminar hacia delante o hacia atrás (Foto de Jim Mason y J.A. Keller, del libro Animal Factories).

Después de su encierro durante el embarazo, a menudo las cerdas son inmovilizadas desde el momento de dar a luz hasta el destete de los lechones (Foto de Jim Masón y J. A. Keller, del libro Animal Factories).

Esta ternera estabulada pasará toda su vida confinada en esta estrecha jaula para que sus anémicos músculos permanezcan tiernos hasta que la descuarticen. Para poder tumbarse, estas terneras tienen que encorvarse hasta lograr encajar sus piernas en un establo de 55 cm (Foto cortesía de Humane Farming Association).