Se considerará práctica ilegal por parte de un empresario:

  1. negarse a contratar o despedir a un individuo, o discriminarlo respecto de su remuneración, plazos, condiciones o privilegios de contratación, a causa de su raza, color, religión, sexo o nacionalidad; así como
  2. limitar, segregar o clasificar a sus empleados o aspirantes a empleo de una forma que prive o tienda a privar a cualquier individuo de oportunidades de empleo, o bien perjudicar a un empleado debido a su raza, color, religión, sexo o nacionalidad.

TÍTULO VII, ACTA DE LOS DERECHOS CIVILES, 1964

El poder no es ni masculino ni femenino.

KATHARINE GRAHAM