—¿Qué sabes de este asunto? —le dijo el Rey a Alicia.
—Nada —dijo Alicia.
—¿Nada de nada? —insistió el Rey.
—Nada de nada —dijo Alicia.
—Eso es muy relevante —dijo el Rey, volviéndose hacia el jurado.
Empezaban precisamente sus miembros a tomar nota de todo esto, cuando interrumpió el Conejo Blanco:
—Irrelevante es lo que naturalmente ha querido decir Vuestra Majestad —dijo en tono respetuosísimo, pero frunciendo el ceño y haciéndole gestos mientras hablaba.
—Irrelevante, por supuesto, quiero decir —se apresuró a rectificar el Rey; y prosiguió para sí, en voz baja—: Relevante… irrelevante… irrelevante… relevante… —como si estuviese probando a ver cómo sonaba mejor.
Alicia en el país de las maravillas,
capítulo 12