59

Fácil:

Tomé un autobús hasta L.Á. y alquilé una habitación en un hotel.

Hice que me subieran una máquina de escribir. Un pasaporte en blanco transformado en válido.

Mi nuevo nombre: Edmund L. Smith.

Foto válida: instantáneas de fotomatón y pegamento.

Mi billete de salida: Pan Am, L.Á. a Río.

Mis heridas iban curando.

Mi nueva cara era adecuada: no recordaba en nada al guapo Dave Klein.

Las ampollas de morfina me calmaban el dolor y me dejaban exultante. Con una idea loca:

Te has librado.

Todavía no.