69

Estaba vigilando la casa donde se había criado. No podía entrar para interrogar a su padre; no podía pedirle ayuda. No podía decirle que había confiado secretos a una mujer, dando a un enemigo acérrimo armas para el parricidio. Llevaba consigo el archivo Atherton. No había allí nada que ya no supiera. El hombre que producía el material porno y había matado a Sid Hudgens estaba relacionado con los asesinatos Atherton, quizá fuera el asesino. Preston Exley negaría esas verdades por arrogancia. No podía entrar; no podía dejar de pensar.

En cambio evocó recuerdos.

Su padre había comprado la casa para su madre; en realidad era un premio a su orgullo: los Exley abandonan la clase media a todo lujo. Nunca tuvieron luces de Navidad en el parque. Preston Exley decía que era vulgar. Thomas se caía de los balcones, y tenía clase como para no llorar. Su padre organizó una fiesta para recibir al héroe de guerra: sólo invitó al alcalde, concejales y hombres del Departamento de Policía que podían ayudarlo en su carrera.

Art De Spain caminó hacia su coche. Su aspecto era frágil, llevaba un brazo vendado. Ed lo vio partir; el asistente de su padre, su tío postizo. Surgió un recuerdo: Art decía que él no tenía pasta de detective.

La casa era enorme y fría. Ed regresó al hospital.

Jack estaba despierto, dando un informe a Fisk. Ed observó desde la puerta.

—… yo estaba siguiendo el guión de Exley. No recuerdo exactamente qué dije, pero Patchett desenfundó su arma y me disparó. El micrófono se hizo trizas, y Patchett me atacó con una hipodérmica. Luego oí disparos y «No, Abe, no. Lee, no». Y ahora tú sabes tanto como yo.

Desde el pasillo en voz alta:

—Abe Teitlebaum, Johnny Stompanato y Lee Vachss. Ellos fueron los del Nite Owl. Incluid a Doble Perkins como parte de la pandilla y preparaos para temblar cuando os diga a quién más tengo.

Ed le olió el sudor, el aliento. White lo empujó adentro, con firmeza, pero sin violencia.

—Olvida nuestras rencillas por un minuto. ¿Has oído, lo que he dicho?

Los nombres encajaban: matones del hampa, una línea probable para HEROÍNA. White parecía desencajado: desaliñado, fanático.

—Capitán, ¿quiere que…? —dijo Fisk.

Ed movió los hombros y White se los soltó.

—Dame dos minutos, capitán.

Miedo. Actúa como capitán.

—Duane, ve a tomarte un café. White, capta mi interés antes de que te arreste por lo de los chinos. Fisk salió.

—Jack, tú quédate —dijo Ed—. White, mantenme interesado.

White cerró la puerta. Desaliñado: ropa algo mugrienta, manos manchadas de tinta.

—Por suerte oí lo tuyo por la radio, Cubo de Basura. Si no hubiera sabido que estabas aquí, habría intentado hacerlo por mi cuenta.

Vincennes en la cama, inquieto.

—Hacer ¿qué? Abe, Lee. Culpas a Teitlebaum y Vachss por Patchett. Acláralo.

—Parece que has descubierto algo, White —dijo Ed—. Hazte a la idea de que estás redactando un informe cronológico.

White sonrió: puro kamikaze.

—Hace años que investigo una serie de asesinatos de prostitutas. Empezó con una niña llamada Kathy Janeway. La liquidaron en el 53, en la misma época del Nite Owl. Era amiga de Duke Cathcart. Ed cabeceó.

—Conozco esa historia. Asuntos Internos realizó una indagación personal sobre ti cuando aprobaste el examen de sargento.

—¿De veras? Lo que no sabes es que mi caso se resolvió. Pensé que mi asesino era Spade Cooley. Su banda actuaba en todas las ciudades de los asesinatos en las fechas de defunción. Me equivocaba. Cooley delató al verdadero asesino: Burt Arthur Perkins.

Vincennes habló.

—Me creo que Perkins sea un asesino de mujeres. Está podrido hasta la médula.

—Tú deberías saberlo —dijo White—, pues Cooley dijo que era amigo de Johnny Stompanato, y en el 52 me contaste que lo sorprendiste en compañía de Johnny Stompanato, Abe Teitlebaum y Lee Vachss. Cooley me dijo que Johnny y Perkins eran íntimos, así que fui en busca de Johnny.

—De acuerdo —dijo Ed—. Conque fuiste a por Stompanato.

White encendió un cigarrillo.

—No. Ahora te cuento que Dudley Smith me ha usado para trabajos rudos en el escuadrón Antihampones desde hace años. ¿Sabes de qué habla Dudley?, «contención». Es una de sus palabras favoritas. Contener el crimen, contener esto, contener aquello. Ha sugerido que deseaba ofrecerme «tareas extralaborales», y la otra noche dijo que sería útil manteniendo a raya a un «ridículo italiano» que tiene miedo de mí. Johnny Stompanato me tiene miedo…, era mi soplón y yo lo trataba con rudeza. ¿Sabes que llaman a Dudley el pacificador del hampa? Bien, la otra noche él, Carlisle y Breuning interrogaron a un tal Lamar Hinton en el Victory. Supuestamente un trabajo del escuadrón Antihampones. Tonterías. Dudley sólo preguntó sobre el Nite Owl: pornografía, Pierce Patchett.

Ed, lo miró con los ojos desorbitados: era imposible.

—Conque fuiste a ver a Stompanato buscando a Perkins.

—Correcto. Fui al restaurante de Abe, y allí estaba Johnny con Abe. Le pregunté a Johnny por Perkins, y Johnny estaba muy agitado. Abe estaba más agitado aún y ambos mintieron, diciendo que Perkins era sólo un conocido. Negaron que Perkins fuera íntimo de Vachss, cuando sé que es verdad lo contrario. Johnny usó la palabra «contención», que no es una palabra típica de Johnny. Tanteo a estos muchachos, comento que estoy en el caso Nite Owl y se ponen a temblar. «Perkins por el Nite Owl, qué broma». Salgo, voy a una cabina telefónica y pido a la Bell que haga un rastreo de quince minutos de todas las llamadas efectuadas desde el restaurante. Dos llamadas, una a Dot Rothstein, amiga de Dudley y prima de Abe, una a la casa de Dudley.

—Demonios —exclamó Vincennes.

Ed se llevó la mano al arma. Error. White era policía.

—Dame una corroboración.

White arrojó el cigarrillo por la ventana.

—De acuerdo. Los negros no lo hicieron, así que Dudley y su pandilla aparcaron un coche junto al Nite Owl. Fui a Vehículos y revisé los registros de abril del 53, caucásicos esta vez: Dot Rothstein compró un Mercury 48 gris el 10 de abril. Falso nombre, falso domicilio, pero esa estúpida zorra usó los dígitos de su verdadero número telefónico.

Vincennes estaba pasmado. Ed se contuvo para no gritar DUDLEY.

—Antes del Nite Owl —dijo—, yo trabajaba una noche en la sección Hollywood. Spade Cooley estaba tocando abajo para una fiesta de retiro, y vi a Burt Perkins en los pasillos. Prueba de esta teoría: Mal Lunceford, ex agente del Departamento. Llámalo la víctima olvidada del Nite Owl, y recuerda que trabajó en la sección Hollywood casi todo su período en el Departamento. Ahora bien, ¿uno de los asesinos le guardaba rencor a Lunceford? ¿Perkins estaba birlando documentación esa noche en Hollywood? ¿Los conspiradores sabían que Lunceford era un parroquiano de Nite Owl y planearon el ataque contra Cathcart o el sustituto de Cathcart de tal modo que lo abatieran a él también?

—Dudley me ordenó investigar el pasado de Lunceford —respondió White—, quizá pensando que yo lo echaría a perder. Busqué viejas tarjetas de interrogatorios de Lunceford y no encontré ninguna. Acepto esa teoría.

DUDLEY. Ed reprimió el grito.

—Fisk me habló de Patchett —intervino Vincennes—, de cómo obtuvo la heroína de la reunión Cohen-Dragna, de que él y ese tío malo y anónimo que obviamente era Dudley se preparaban para distribuirla. Ahora bien, sé con certeza que Dudley actuó como guardaespaldas en esa reunión, y hace años que corre un rumor: que Dudley dirigió la partida que liquidó a Buzz Meeks, el tío que se llevó la heroína. Fisk dijo que Patchett recibió la mayor parte del caballo robado, una parte de los hermanos Englekling y su padre, otra del tío malo, que con certeza es Dudley. Bien, lo que me pregunto es si Lunceford estuvo en la partida. ¿Fue entonces cuando Dudley consiguió la droga?

White movió la cabeza. Nuevo material para él.

—Háblame sobre eso, pues tengo una pista que encaja. Dudley, hablando de su «contención», dijo algo sobre mantener sedados a los negros, lo cual a mí me suena a heroína.

—Por ahora dejemos eso —dijo Ed—. Jack, habla del ángulo Goldman-Van Gelder. Conéctalo con nuestras nuevas pistas.

Jack se levantó, se apoyó en la baranda de la cama.

—De acuerdo, digamos que Davey Goldman era compinche de Dudley, Stompanato, Abe, Vachss y Dot. No sé cómo podían confiar en un psicópata como Perkins, pero al cuerno con eso. De todos modos, todos conspiraban contra Mickey Cohen. White, tú no lo sabes, pero Goldman tenía un micrófono en la celda de Mickey en McNeil. Apuesto a que Dudley y sus amigos estuvieron con Davey desde el principio, pero de un modo u otro Davey oyó que los hermanos Englekling hablaban con Mickey sobre el proyecto de Duke Cathcart.

Ed alzó una mano.

—Chester Yorkin dijo que el hombre que compró a Patchett la mayor parte de esa heroína, digamos Dudley, tenía gran interés en la pornografía y comillas listas postales de ricachones pervertidos y muchos contactos en América del Sur comillas. Siempre me intrigó el tema del lucro con la pornografía, pero la conexión Dudley ahora lo vuelve más verosímil.

—Déjame continuar —dijo Vincennes—. Dud trabajó con la OSS en Paraguay después de la guerra, y estuvo en Antivicio en el 39, así que tiene esos contactos. Pero dejemos eso por ahora. Ahora tenemos a Goldman acudiendo a Smith y Stompanato con el plan del material porno. A todos les gusta la idea, especialmente a Dudley, y deciden adueñarse del negocio. Por su cuenta, una traición, no sé, Davey envía a Dean van Gelder, quien lo visitó en la prisión, a hablar con Cathcart. Van Gelder decide adueñarse del negocio de prostitución y pornografía de Duke. Davey lo había visto cara a cara, pero la gente de fuera de la prisión nunca lo había visto. Van Gelder supuso que se parecía a Cathcart, así que podía sustituirlo y realizar su propio trato. Cuando descubrieran que era un sustituto, ya habría ido demasiado lejos para que a Davey le importara lo que había hecho. Así que Van Gelder se mudó a San Bernardino para estar cerca de los hermanos Englekling. Se prendó de Susan Lefferts y liquidó a Duke. Conocía el nombre de por lo menos uno de los hombres de afuera. Llamó a una cabina telefónica desde la casa de Lefferts y pidió una cita. Se envalentonó y sugirió un lugar público. Pensó que Susan podría sentarse cerca y él estaría a salvo. Uno de los tíos de afuera decidió conectar a Lunceford con el Nite Owl y dijo que se reunieran allí. Dudley o uno de sus hombres abordó a Patchett antes del Nite Owl y le avisó que atara los cabos sueltos. Patchett no sabía exactamente qué iba a pasar, pero dijo a Christine Bergeron, su hijo y Bobby Inge que se largaran de la ciudad justo cuando yo empezaba la investigación para Antivicio.

Una habitación con aire acondicionado, pero cada palabra aumentaba la temperatura.

—Montemos una cronología —dijo Ed—, empezando después de que Van Gelder, personificando a Cathcart, se puso en contacto con los hombres de afuera. Sabemos que a Dudley le gusta lo de la pornografía, sabemos que ha guardado nueve kilos de heroína desde el encuentro Cohen-Dragna. Probemos esta teoría: irrumpe en el apartamento de Cathcart y encuentra algo que lo conduce a Patchett, algo que incluye una mención de sus conocimientos de química y su conexión con el viejo doctor Englekling. Visita a Patchett y llegan a un acuerdo: manipular la heroína, distribuir el material porno. Le asombra que Patchett esté pensando en algo similar y que el doctor Englekling ya le haya dado parte de la heroína. Dudley quiere liquidar a Cathcart y silenciar a Mal Lunceford, por lo que pudiera pasar… y quiere aterrar a Patchett. Es policía, y ha leído que esos negros disparaban escopetas en el Griffith Park. Decide celebrar la reunión en el Nite Owl, sabiendo que Lunceford estará allí, y Jack tiene razón… fue ambiguo, pero le dijo a Patchett que atara los cabos sueltos. Más adelante, la investigación alcanza dimensiones que Dudley no esperaba, pues los negros no mueren durante el arresto, y no confiesan. Ordena a White que investigue el pasado de Cathcart, y quizá no sabía que Perkins mató a la niña Janeway, pero quería desviar a White para que no se involucrara…, quería mantenerlo alejado de posibles conexiones Cathcart-Nite Owl.

Todos los ojos en Bud White. El fanático:

—De acuerdo, Dudley me ordenó investigar a Cathcart porque pensó que lo echaría a perder. Pero yo registré el apartamento de Duke y vi que habían borrado las huellas dactilares, y me pareció que alguien se había probado su ropa. Los muchachos de Dudley limpiaron el lugar, pero no tocaron las guías telefónicas, y noté que alguien había hojeado la lista de imprentas de San Bernardino. Ahora bien, tengo una teoría. Cuando yo indagaba a Cathcart, conocí a Kathy Janeway en un motel del valle. Dos días después la violaron y asesinaron. Cuando salí del motel pensé que alguien me seguía, pero luego olvidé el asunto. Creo que me seguía Perkins. Creo que Dudley hizo seguir a los socios de Cathcart para controlar la investigación, lo cual explica por qué sabe tanto sobre cosas que yo he mantenido en secreto. Así que Perkins, que es un psicópata inmundo, ve a Kathy y va a por ella. Quizá Dudley sabía que la mató, quizá no. De cualquier modo es culpable.

Vincennes encendió un cigarrillo, tosió.

—No tenemos pruebas, pero yo tengo más material para añadir. Primero, el doctor Layman extrajo cinco balas 30-30 del cadáver de Patchett, y dijo que se corresponden con las de un caso no resuelto del condado de Riverside. En Camarillo, Davey Goldman deliraba sobre tres pistoleros. También masculló otras cosas que aún me dan vueltas en la cabeza, pero no tiene sentido. Exley, ¿escuchaste esa cinta que hallé en McNeil?

Ed cabeceó.

—Tienes razón. Nada relevante, sólo una mención casual de ataques de pandillas.

—Hay varios casos no resueltos relacionados con hampones —dijo White—. Lo sé porque un sospechoso cantó cosas tangenciales sobre ellos en un arresto del escuadrón Antihampones. Siempre tres tiradores, abatiendo a los concesionarios de Cohen y a operadores advenedizos. Dinero fácil: Stompanato, Vachss y Teitlebaum mantienen las cosas a punto para la libertad de Mickey Cohen. Querían mantener las cosas tranquilas para su trabajo de contención y pensaron que cuando Mickey saliera tantearían el ambiente y lo liquidarían o lo usarían. Apuesto a que iban a liquidarlo. Atentaron contra Cohen y Goldman en la cárcel. Davey salió mal parado. Pusieron una bomba en la casa de Mickey, y Mickey vivió para contarlo. Lo liquidarán en poco tiempo y harán un magnífico trabajo de contención, porque Dudley tiene su escuadrón Antihampones y el consentimiento de Parker para cerrar el paso a los maleantes de fuera de la ciudad. ¿Podéis creerlo?

Jack rió.

—Grandioso, muchacho, grandioso. Y todas las muertes allanaban el camino para que Dudley distribuyera la heroína de Patchett. Obtuvo el mando en la reapertura para encontrar nuevos chivos expiatorios, y ahora está preparado para distribuir el caballo. Tiene el material porno guardado, y no previno a Patchett sobre la investigación porque ya planeaba matarlo. No tocó a Lynn Bracken porque pensó que Patchett no le revelaba sus peores secretos. La dejó venir para el interrogatorio porque pensó que ella trabaría la investigación de Exley.

Lynn Bracken.

Ed hizo una mueca, caminó hacia la puerta.

—Y todavía no sabemos quién preparó el material porno y mató a Hudgens. O a los hermanos Englekling, lo que no parece un trabajo profesional. White, tú fuiste a Gaitsville con Dudley, y él presentó un informe blando sobre…

—Fue otro trabajo de psicópata. Heroína derramada, y el asesino la dejó. Torturó a los hermanos con sustancias químicas y quemó una tanda de negativos porno con soluciones ácidas. El técnico del laboratorio pensaba que el asesino quería identificar a los modelos de las fotos. Las sustancias químicas me hicieron pensar en Patchett, pero luego pensé que él ya debía de saber quiénes eran las personas de las fotos. No creo que esa heroína se relacione con nuestra heroína. Los hermanos habían vendido droga esporádicamente durante años. Químicos y vendedores de droga, y si Patchett quería esa droga la habría robado. Creo que el que mató a los hermanos no estaba en el centro de este embrollo.

Jack suspiró.

—No hay pruebas. Patchett y la familia Englekling han muerto, y Dudley probablemente mató a Lamar Hinton. No hay nada en el reducto de Fleur-de-Lis y el encuentro de White con Stompanato y Teitlebaum significa que ahora Dudley está alertado y él atará sus cabos sueltos. Creo que nuestro caso no existe.

Ed reflexionó.

—Chester Yorkin me dijo que Patchett tenía una caja de caudales con trampa cazabobos fuera de la casa. La casa está custodiada ahora por un escuadrón de Los Ángeles Oeste. Dentro de un par de días iré a sacar a los guardias. Quizás allí haya algo que condene a Dudley.

—Y ahora ¿qué? —dijo Bud—. No hay pruebas, y Stompanato se va esta noche a Acapulco con Lana Turner. Ahora ¿qué?

Ed abrió la puerta. Fisk estaba fuera bebiendo café.

—Duane, ponte de nuevo en contacto con Valburn, Stanton, Billy Dieterling y Peltz. Pasa la reunión al Statler a las ocho. Llama al hotel, reserva tres suites y avisa a Bob Gallaudet que me llame allí. Dile que es urgente. —Fisk fue al teléfono.

—Abordarás el ángulo Hudgens —dijo Vincennes.

Ed se volvió hacia Jack.

—Piensa. Dudley es policía. Necesitamos pruebas, y quizá las consigamos esta noche.

—Yo me encargaré de Stanton. Éramos amigos. Una línea: una estrella infantil de Dieterling, Preston Exley.

—No… quiero decir…, ¿podrás hacerlo?

—También es mi caso, capitán. He llegado muy lejos, y casi me matan por ir a por Patchett. Sopesar los riesgos.

—Vale, encárgate de Stanton.

Jack se frotó la cara: pálida, barba crecida.

—¿Yo… dije… Cuando Karen estaba aquí y yo estaba inconsciente… dije…?

—Karen no sabe nada que no quieras que sepa.

Ahora ve a casa. Quiero hablar con White. Vincennes salió, diez años más viejo en un día. —El ángulo Hudgens no sirve. Ahora se trata de

Dudley.

—No. Primero ganaremos tiempo. —¿Protegiendo a papá? ¡Cielos, y yo me creía idiota por las mujeres!

—Primero piensa quién es Dudley y qué significa abatirlo. Piensa, y te ofreceré un trato.

—Te dije jamás.

—Éste te gustará. Si no dices nada sobre mi padre y el caso Atherton, yo te daré a Dudley y Perkins. White rió.

—¿Los arrestos? Ya los tengo de todos modos.

—No. Te dejaré matarlos.