GUERRA EN RAMA

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INFORME Número 319
Hora de Trasmisión: 156.307.872.574.2009
Hora desde Alerta en Primera Fase: 111.9766
Referencias: Nodo 23-419
Espacionave 947
Viajeros espaciales 47249 (A & B) 32806
2666

Durante el último intervalo, la estructura y el orden de las comunidades de viajeros espaciales en el interior de la espacionave continuaron desintegrándose. A pesar de las advertencias de las octoarañas (viajero espacial N.º 2666) y de sus loables intentos por evitar un vasto conflicto con los seres humanos (N.º 32806), ahora es todavía más probable que nunca que una desastrosa guerra entre las dos especies, que sólo dejaría unos pocos sobrevivientes, pueda tener lugar en el curso de los siguientes intervalos. Por consiguiente, la situación reúne todas las condiciones previas esenciales para que se lleve a cabo una intercesión de fase dos.

A la actividad intercesionaria previa se la declaró fracasada, debido, de manera primordial, a que la más agresiva de las dos especies, la de los seres humanos, es fundamentalmente insensible a toda la gama de técnicas intercesionarias sutiles. Sólo unos pocos seres humanos respondieron a los muchos intentos por alterarles el comportamiento hostil, y ésos no pudieron detener el genocidio de los avianos y los sésiles (N.º 47249 A & B), perpetrado por sus dirigentes.

Los seres humanos están organizados según la manera rígida y jerárquica que se observa con frecuencia en las especies que están en la etapa evolutiva anterior a la del viaje por el espacio. Siguen siendo dominados por una dirigencia cuya atención se concentra en la retención del poder para sí. El bienestar de la comunidad humana, y hasta su misma supervivencia, se subordinan, en la función objetiva implícita de los dirigentes humanos actuales, a la continuación de un sistema político que concede a esos dirigentes una autoridad absoluta. En consecuencia, existe una probabilidad sumamente reducida de que la amenaza de la extensión del conflicto entre los seres humanos y las octoarañas se pueda evitar mediante apelaciones a la lógica.

Un pequeño conjunto de seres humanos, que comprende casi toda la familia que habitó en El Nodo durante más de un año, sigue residiendo en la principal ciudad octoarácnida. La interacción de esos humanos con sus anfitriones demostró que a las dos especies les es posible vivir juntas en armonía. Hace poco, una delegación combinada de esos humanos y una octoaraña decidió emprender un esfuerzo concertado, para evitar una guerra interespecies en gran escala, consistente en establecer contacto directo con los dirigentes de la colonia humana. Sin embargo, la probabilidad de que esta delegación tenga éxito es muy baja.

Hasta ahora, las octoarañas no efectuaron actividad alguna que fuera patentemente hostil. De todos modos, empezaron el proceso de aprontarse para una guerra contra los seres humanos. Aunque sólo van a luchar si deciden que la supervivencia de su comunidad está en peligro, las avanzadas aptitudes biológicas de las octoarañas determinan una inevitable conclusión para el resultado de una guerra semejante.

Lo que no es seguro es cómo van a reaccionar los seres humanos una vez que el conflicto aumente de magnitud y experimenten un fuerte índice de bajas. Es posible que la guerra pueda terminar pronto y que, con el tiempo, las dos comunidades sobrevivientes otra vez puedan alcanzar un estado de cuasi equilibrio. Sobre la base de los datos disponibles que provienen de la observación de los seres humanos, empero, existe una probabilidad, que no es trivial, de que esta especie prosiga la batalla hasta que la mayor parte de los individuos, o todos ellos, perezca. Un resultado de esa índole destruiría todos los vestigios de una, por lo menos, de las dos especies viajeras por el espacio que quedan en la espacionave. Para evitar un resultado tan desfavorable para el proyecto, se recomienda tomar en cuenta la realización de una intercesión de fase dos.