EL AYUDANTE DEL GENERAL
EN este momento apareció la criada con los ojos espantados, pálida y temblándole las manos.
—¿Qué pasa, Doloretes?
—Que al siñoret…, al inglés… lo busca el ayudant del conte de España.
—Que pase —dijo Hugo, dando muestra de tranquilidad.
Subió un joven, que saludó amablemente a la dueña de la casa, y después se inclinó delante de Hugo.
—¿Quiere usted que vayamos a mi cuarto? —preguntó Hugo.
—Aquí estamos bien —contestó el oficial—. Pues nada, ayer, como vio usted, nos cruzamos con usted, y el general me dijo: «Ese señor debe de ser extranjero; vaya usted mañana a verle y pregúntele usted qué quiere, cuáles son sus planes». El general me dijo: «Ese joven debe de ser inglés; tiene aire de hombre fino y bien educado; no tiene esa impertinencia desagradable tan frecuente en los franceses». El general no tiene simpatía por los franceses.
—Es extraño siendo él francés.
—Él dice que la sangre francesa que tenía la derramaron los franceses en la guerra de la Independencia, cuando luchó contra Napoleón. En años anteriores hubo en Berga algunos franceses, italianos, ingleses y austríacos, a quienes el conde trataba bien; pero luego los expulsó.
Hugo dijo al ayudante lo que proyectaba: ver lo que pasaba en el campo carlista y escribir después en una revista inglesa sus impresiones de una manera imparcial, acompañándolas de algunos croquis.
—Creo que no habrá inconveniente —dijo el edecán del conde—. El general le dará facilidades, y mañana o pasado, si usted quiere, iremos a verle. Déme usted su nombre y sus señas en Inglaterra.
—¡Ah, sí! Con mucho gusto.
Hugo escribió su nombre y sus señas.
—¿Va usted a vivir en esta casa? —preguntó el edecán.
—Sí; creo que sí.
El ayudante dijo que tenía prisa y se levantó.
—Yo me llamo Luis de Adell y estoy a su disposición.
—Lo mismo le digo.
Se dieron la mano. La conversación se deslizó entre los dos como podía tenerse en un teatro o en un círculo.
La señora de Mestres los contempló con una gran sorpresa, y la criada miró a Hugo con una expresión de admiración y de espanto.